Sandra Oudkirk, directora del Instituto Americano en Taiwán (AIT, por sus siglas en inglés), la embajada 'de facto' de EE.UU. en la isla, ha acusado a China de "asfixiar" ese territorio durante un acto celebrado este miércoles al que asistió la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen.
"Los continuos esfuerzos de Pekín para asfixiar el espacio internacional de Taiwán, presionar a sus amigos e interferir en el sistema democrático de Taiwán representan una amenaza para todas las democracias", afirmó.
La representante estadounidense hizo hincapié en el comportamiento "cada vez más agresivo" de China en torno a la isla, sobre la que —asegura— Pekín está ejerciendo presión militar, diplomática y económica.
"Provocativas actividades militares"
"Las provocativas actividades militares de China cerca de Taiwán son desestabilizadoras, corren el riesgo de cometer errores de cálculo y socavan la paz y la estabilidad de la región del Indo-Pacífico", continuó, asegurando que Washington está haciendo esfuerzos por resolver y manejar las diferencias con Pekín.
Oudkirk sostuvo que Washington y Taipéi enfrentan un panorama regional y global más desafiante y complejo que nunca. Asimismo, afirmó que el apoyo de la Casa Blanca sigue siendo sólido, poniendo como ejemplo que Washington hace todo lo posible por preservar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán.
En este sentido, la directora del AIT destacó que el organismo que encabeza tiene cuatro objetivos principales: fortalecer el papel de Taiwán como socio de seguridad regional, promover la resiliencia de la cadena de suministro global, apoyar los esfuerzos para preservar y expandir el espacio internacional de Taiwán y profundizar los lazos económicos entre EE.UU. y la isla, así como entre sus pueblos.
Relaciones tensas
Pekín considera a Taiwán como parte irrenunciable de su territorio. A lo largo del 2021, la situación en torno a la isla provocó una serie de tensiones en las relaciones entre China y EE.UU., país que, a pesar de reconocer la política de 'una sola China', continúa manteniendo estrechas relaciones con Taipéi.
A principios de este mes, el primer ministro de China, Li Keqiang, reiteró el compromiso del país para avanzar en el proceso de la reunificación pacífica con Taiwán, al tiempo que rechazó cualquier intento de injerencia extranjera para solucionar el problema.
Por su parte, Wu Qian, portavoz del Ejército de China y de la Policía Armada Popular, señaló que las actividades secesionistas de la autoridad del Partido Progresista Democrático de Taiwán y la colusión con fuerzas externas son la causa principal de la tensión y perturbaciones actuales en el estrecho de Taiwán, reiterando que la cuestión de la isla es un asunto interno de Pekín que no admite interferencias extranjeras.
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