Esta semana el precio del diésel ha superado por primera vez al de la gasolina en España. Un hito histórico puesto que se trataba de un combustible que siempre había sido más económico, motivo por el cual muchos conductores optaron por adquirir un vehículo que utilizara este carburante en los últimos años.
Sin embargo, ahora, en muchas gasolineras el precio del gasóleo es el más abultado, lo que supone un obstáculo para sortear la crisis económica, debido a que es el combustible que utilizan mayoritariamente los transportistas profesionales.
Tanto la gasolina como el gasóleo llevan meses de subida, a pesar de la pequeña tregua vivida la semana pasada. Ambos se encuentran lastrados por la coyuntura internacional, pero más si cabe el diésel, debido a que Rusia, inmersa ahora en sanciones por el conflicto de Ucrania, es uno de sus principales exportadores mundiales.
¿Cuánto se paga ahora?
En España el precio medio de litro de gasolina actualmente se paga a 1,818 euros, un incremento del 0,28 % con respecto a la semana pasada y del 22,97 % desde que empezó el año.
Por su parte, el gasóleo cuesta de media 1,837 euros. Una subida que supone un aumento del 2,26 % con respecto a hace siete días y del 36,29 % en los últimos tres meses, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea.
Con respecto a hace un año, llenar el depósito de un vehículo es ahora un 37,88 % más caro en el caso de la gasolina y un 55,93 % más caro si se utiliza diésel.
¿Si el petróleo baja, por qué sube el diésel y la gasolina?
En las últimas jornadas, el precio del petróleo, que mantiene una tendencia al alza desde hace meses, se ha moderado. Sin embargo, se trata de bajadas que no se han trasladado a los precios de los combustibles refinados.
Además del conocido como efecto pluma (la tardanza en el traslado de las bajadas de precio) y el efecto cohete (la inmediatez del traslado de las subidas), el motivo se encuentra en que no existe una correlación exacta entre los precios de la materia prima y de los productos refinados.
En la fijación de los precios de estos últimos intervienen el precio del crudo, los impuestos, los márgenes de beneficio y su propia cotización en los mercados internacionales, que suele ser muy fluctuante y, en los últimos tiempos, con una clara tendencia al alza.
En el contexto actual, y con el miedo a que pueda haber una falta de suministro en algún momento –que todavía no se ha dado–, los precios suben los mercados y, además, se prevé que su encarecimiento continúe.
¿Cómo influyen los impuestos?
Hasta ahora, los impuestos eran el elemento que hacía que el diésel fuera siempre más barato que la gasolina, al tener asignada una menor carga fiscal, a pesar de que su cotización siempre había sido superior.
Actualmente, el fuerte aumento de las últimas semanas ha provocado que su elevada cotización en los mercados internacionales se haya comido toda la diferencia impositiva.
Sin embargo, a pesar de la fuerte contestación de la opinión pública al nivel de los impuestos que soportan estos combustibles, su presión fiscal está por debajo de la media de la Unión Europea, lo que hace que en estos momentos su precio sea ligeramente inferior a la media del bloque comunitario.
Las protestas por los precios de la gasolina y el gasoil, así como la exigencia al Gobierno de que rebajara su carga impositiva, se materializaron durante las últimas semanas en España en el paro de un sector de los transportistas, que dio lugar a situaciones de desabastecimiento de algunos productos en los supermercados y propició el cese de la actividad de numerosas factorías ante la falta de insumos y de la posibilidad de dar salida a su producción.
Desde este viernes, 20 céntimos menos
En España se descarta el riesgo de desabastecimiento, puesto que no depende de Rusia para abastecerse de refinados. Sin embargo, sí preocupa su encarecimiento, que ha llevado a que marzo batiera récords de inflación, alcanzado el 9,8 %, cifra no vista desde mayo de 1985.
Así, entre un paquete de medidas acordado por el Gobierno de España con las patronales de los transportistas y otro paquete de ayudas destinado a paliar los efectos económicos de la crisis de Ucrania, destaca la aprobación por parte del Consejo de Ministros de una rebaja de 20 céntimos por litro en los carburantes que entrará en vigor mañana, 1 de abril, hasta el próximo 30 de junio.
El Gobierno subvencionará 15 de esos céntimos, mientras que las empresas petroleras deben hacerse cargo de la rebaja de los otros 5 céntimos restantes. Sin embargo, desde que se anunció la medida, el 21 de marzo, el diésel ha subido 7 céntimos, por lo que se han levantado sospechas sobre las prácticas de las empresas de gasolineras, que podrían acabar absorbiendo las ayudas públicas.