Cientos de personas salieron este sábado a las calles de varias ciudades del Reino Unido para protestar contra las fuertes subidas de los precios de la energía, informa The Guardian.
En la capital británica, Londres, los manifestantes se congregaron frente a la residencia del primer ministro, Boris Johnson, y pidieron su dimisión, así como de todo el Gobierno conservador.
También se registraron manifestaciones en otras ciudades del país como Cardiff y Birmingham.
El portavoz de la Asamblea Popular contra la Austeridad, que organizó las movilizaciones, afirmó que "la indignación de los ciudadanos por la crisis del costo de vida crece rápidamente", y la respuesta "cobra fuerza".
"Lo mínimo que necesitamos es una limitación del precio de la energía", aseveró el exlíder laborista Jeremy Corbyn en su discurso durante las protestas, agregando que los beneficios de las empresas energéticas son enormes, mientras los ciudadanos de a pie enfrentan dificultades económicas.
Este sábado, el secretario de Estado de Irlanda del Norte, Brandon Lewis, señaló en una entrevista con Sky News que el Gobierno británico "no puede anular completamente los impactos de los mercados globales y la presión global, por ejemplo, en la energía, que es obviamente el principal foco de atención en este momento para la mayoría de la gente".
A partir del 1 de abril, el Reino Unido elevó al 54 % el umbral de precios del gas y la electricidad. De esta manera, la factura media de los hogares por estos servicios aumentaría a unas 1.971 libras al año (2.585 dólares).