El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, volvió a refutar este lunes las acusaciones contra Moscú por los asesinatos de civiles en la ciudad ucraniana de Bucha, afirmando que se trata de una escenificación realizada por las autoridades de Ucrania.
"En cuanto a la campaña de desinformación, el último [...] episodio tuvo lugar en la ciudad de Bucha. Esta campaña acompaña ahora a casi todos los conflictos, estamos acostumbrados a ella, sabemos cómo trabajan los llamados Cascos Blancos en Siria", indicó el canciller en una rueda de prensa, en Moscú.
"Ya durante la operación militar en Ucrania hubo muchos ejemplos en los que se lanzaron falsedades flagrantes basadas en una campaña de propaganda instantánea, condenas airadas, y luego, cuando se reveló la verdad unos días después, nadie en Occidente quiso seguir hablando de este tema. Expondremos esas falsedades, al igual que contaremos la situación de principios de marzo, cuando intentaron presentar como una tragedia los hechos que tuvieron lugar en una maternidad de Mariúpol", afirmó Lavrov.
En cuanto a lo sucedido en Bucha, el canciller declaró que cuando las tropas rusas dejaron la ciudad, en ella no hubo civiles asesinados.
"Las Fuerzas Armadas rusas, como parte de una reconfiguración de su presencia, abandonaron la zona de Bucha el 30 de marzo, y durante los tres días siguientes el alcalde habló allí en la televisión, diciendo que la ciudad estaba volviendo a la normalidad. Las Fuerzas Armadas ucranianas aparecieron allí, mostraron las calles donde no había cadáveres, y tres días después probablemente decidieron organizar una escenificación similar", dijo Lavrov.