¿Acuerdos comerciales poco éticos y millonarios?: La investigación federal sobre Hunter Biden, el hijo del presidente de EE.UU., toma fuerza

Una oleada de testigos ha brindado testimonio a los investigadores federales en los últimos meses y se espera que otros más lo hagan en las próximas semanas.

En EE.UU. se está llevando a cabo una investigación federal sobre los impuestos y las finanzas de Hunter Biden, hijo del presidente de EE.UU., Joe Biden, y ha cobrado impulso en los últimos meses.

Una oleada de testigos ha brindado testimonio a los investigadores federales en los últimos meses, y se espera que otros más lo hagan en las próximas semanas, reportó AP, que cita a personas familiarizadas con la investigación.

Esta investigación contra Hunter se remonta a 2018, antes de que su padre fuera elegido mandatario en noviembre de 2020. Se indaga sobre múltiples transacciones financieras y comerciales internacionales, y la atención se centra en tratos con Ucrania, China, Kazajistán y otros lugares.

En diciembre de 2020, un mes después de las elecciones presidenciales, Hunter confirmó la existencia de la investigación. Mediante un comunicado, emitido en ese entonces, dijo que estaba "seguro de que una revisión profesional y objetiva" demostraría que manejó sus asuntos "de manera legal y adecuada, incluso con el beneficio de asesores fiscales profesionales".

Con esta investigación, dirigida por el fiscal federal en Wilmington, Delaware, David Weiss —un remanente de la administración de Donald Trump—, se examina si Hunter y sus socios violaron algunas leyes, como la del lavado de dinero, impuestos y cabildeo extranjero, así como las regulaciones sobre armas de fuego y otras.

De acuerdo con la información de medios estadounidenses, los investigadores han entrevistado a socios comerciales de Hunter, cabilderos e incluso a la mujer con la que tuvo uno de sus hijos.

The New York Times publicó que Hunter había pagado las facturas de impuestos pendientes; no obstante, eso no habría resuelto sus problemas legales, puesto que los impuestos son tan solo un elemento de la investigación.

Los nexos con Ucrania y China

Una de las aristas de la investigación tiene que ver con Burisma, una compañía de energía ucraniana en la que Hunter se unió a su directorio cuando su padre era vicepresidente, durante la administración de Barack Obama.

Hunter formó parte de la junta directiva de Burisma, ganando más de 50.000 dólares al mes, desde 2014 hasta 2019. Parte de ese período coincide con el tiempo en que su padre estaba de vicepresidente de EE.UU., y fue designado por Obama para manejar los asuntos con Ucrania.

En octubre de 2020, el New York Post reportó sobre un supuesto correo electrónico en el que un asesor de Burisma, identificado como Vadym Pozharskyi, aparentemente agradecía a Hunter por invitarlo a conocer a Joe Biden cuando era vicepresidente.

"Querido Hunter, gracias por invitarme a DC y darme la oportunidad de conocer a tu padre y pasar un tiempo juntos. Es realmente un honor y un placer", dice el correo de fecha 17 de abril de 2015, al que tuvo acceso el medio.

La información fue sacada de un computador abandonado por Hunter en un taller de reparación de computadoras en Wilmington, Delaware, en abril de 2019.

Cuando se le preguntó sobre las acusaciones durante su campaña electoral por la presidencia, Joe Biden dijo que se trataba de una "campaña de desprestigio".

En abril de 2021, Hunter, en entrevista con la BBC, reconoció que Burisma vio su nombre "como oro" y que eso jugó un papel importante en su contratación y en su nombramiento en la junta directiva.

La semana pasada, The Washington Post publicó un artículo en el que hablaba sobre los acuerdos millonarios de Hunter con una empresa energética china, concretamente con CEFC China Energy.

En el texto señala que en el transcurso de 14 meses, el conglomerado energético chino y sus ejecutivos pagaron 4,8 millones de dólares a entidades controladas por Hunter y su tío, de acuerdo con documentos a los que accedió el medio, incluyendo información del portátil abandonado.

El jueves de la semana pasada, la directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, dijo que Joe Biden no mintió en 2020, durante un debate por las elecciones presidenciales, cuando afirmó que su hijo no ganó dinero en China ni participó en acuerdos comerciales poco éticos en el extranjero.

El computador 

El computador abandonado por Hunter sigue formando parte importante en las investigaciones. A finales de marzo, medios como The Washington Post y The New York Times reconocieron finalmente la autenticidad de los correos electrónicos encontrados en el portátil del hijo del presidente, tras señalar que expertos forenses cibernéticos validaron el material asentado en el disco duro.

Aunque este escándalo data del 2020, estos medios admitieron la existencia del computador y que los correos electrónicos que lo vinculan con negocios ilegales en el extranjero son auténticos cuando Joe Biden ya "está a salvo en la Casa Blanca", critica el New York Post, que ha publicado al respecto desde que se inició la controversia.

"Desde el principio, sabían que la información" de los correos electrónicos y la computadora "era real, simplemente no querían hablar" de ello, reprocha el medio.

En el computador se hallaron cientos de correos electrónicos y documentos que vinculan al hijo del presidente estadounidense con una compañía ucraniana de laboratorios químicos, especializada en la investigación de enfermedades que pueden causar pandemias y "podrían utilizarse como armas biológicas".

La semana pasada, el jefe de las Tropas de la Defensa Radiactiva, Química y Biológica de Rusia, Ígor Kirílov informó en rueda de prensa, que el fondo de inversión de Hunter Biden estuvo involucrado en la "financiación de programas biológicos en el territorio ucraniano".