Los líderes del G7 han dado a conocer este jueves un plan de siete puntos que tiene por objetivo aumentar la presión sobre Rusia para afectar negativamente a los sectores clave de la economía rusa. Según la declaración, las siguientes medidas se adoptarán de forma prioritaria e inmediata:
- Prohibición de nuevas inversiones en sectores clave de la economía rusa, incluido el sector energético
- Ampliación de las prohibiciones de suministro de bienes y servicios esenciales para la seguridad, el Estado y la economía de Rusia, así como de nuevas restricciones a la importación de los bienes cuya exportación genera ingresos a Rusia
- Mantener la desconexión de bancos rusos del sistema financiero mundial
- Sanciones adicionales contra las empresas estatales de Rusia para evitar que contribuyan a estabilizar la economía nacional
- Nuevas sanciones personales contra las élites rusas y miembros de sus familias
- Sanciones adicionales contra el sector de la defensa para debilitar la capacidad del Ejército ruso
- Acelerar los planes destinados a reducir la dependencia del sector energético ruso, incluyendo el rechazo progresivo de la importación de su carbón y petróleo