Abd Rabbuh Mansur al Hadi, presidente en el exilio de Yemen y apoyado por Arabia Saudita, renunció este jueves a su cargo y delegó el poder en un consejo presidencial.
"Delego irreversiblemente en el Consejo de Liderazgo Presidencial mis plenos poderes, de acuerdo con la Constitución y la Iniciativa del Golfo y su mecanismo ejecutivo", declaró Hadi, citado por Reuters.
La transición en el mando fue bienvenida por Riad, que anunció una ayuda financiera de 3.000 millones de dólares al nuevo Gobierno, al tiempo que pidió conversaciones con los rebeldes hutíes.
Entre tanto, los ministros del Consejo de Cooperación del Golfo, integrado por Baréin, Kuwait, Omán, Catar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, se reunieron este jueves y expresaron su apoyo a la transición del mando y al inicio de negociaciones con el grupo rebelde, bajo supervisión de la ONU, "para alcanzar una solución política final e integral".
Por su parte, el jefe negociador hutí, Mohammed Abdulsalam, calificó la decisión como una farsa y un "intento desesperado de reestructurar las filas de mercenarios para empujarlos hacia una mayor escalada".
La renuncia de Hadi se produjo luego de que la coalición liderada por Riad, que combate en Yemen, anunciara la semana pasada que detendrá sus operaciones militares en ese país, con el propósito de crear un entorno positivo para la negociación entre las partes yemeníes durante el mes sagrado del Ramadán.
Desde 2015, la población yemení vive bajo los incesantes bombardeos que la coalición internacional encabezada por Arabia Saudita dirige contra los hutíes, a los que considera terroristas apoyados por Irán.
El conflicto armado en Yemen enfrenta a los rebeldes hutíes con las fuerzas leales al ahora expresidente en el exilio, Hadi.