China asegura que la situación en el estrecho de Taiwán se enfrenta a una nueva ronda de tensiones por una confabulación orquestada entre Washington y Taipéi.
"Estados Unidos y Taiwán están confabulados entre sí, y algunas personas incluso comparan deliberadamente Taiwán y Ucrania, que son dos cuestiones fundamentalmente diferentes, en un intento de confundir al público y aprovechar el caos", declaró este jueves el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian. "Esto es jugar con fuego, y los que juegan con fuego seguramente se prenderán fuego a sí mismos", agregó.
El vocero subrayó que solo hay una China en el mundo y que Taiwán es parte integrante del territorio chino. "La cuestión de Taiwán es un legado de la guerra civil china. Cómo resolver la cuestión de Taiwán es un asunto interno de China, y ningún país extranjero tiene derecho a interferir", indicó.
Pekín reafirmó que la determinación y la voluntad del pueblo chino de defender su soberanía e integridad territorial eran "inquebrantables" y que están dispuestos a luchar por la "reunificación pacífica". Sin embargo, se reservan la opción de tomar "todas las medidas necesarias", apuntando a la interferencia de las fuerzas externas y las "actividades separatistas".