El portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, ha salido al paso de las declaraciones del expresidente estadounidense Bill Clinton sobre la supuesta política de puertas abiertas de la OTAN hacia Rusia, y ha reiterado que Washington hizo imposible la adhesión de Moscú al bloque militar.
"Sé con certeza que la parte estadounidense ha hablado en repetidas ocasiones de la imposibilidad de tal membrecía. De hecho, se dijo, por el contrario, que las puertas estaban cerradas, porque es imposible en principio", dijo este lunes Peskov a los periodistas.
A principios de la semana pasada, Bill Clinton publicó un artículo en The Atlantic en el que intentó justificar la política de su Administración sobre la expansión de la OTAN.
"Mi política fue trabajar para lo mejor, mientras ampliaba la OTAN preparándonos para lo peor. Sí, la OTAN se expandió a pesar de las objeciones de Rusia, pero la expansión tenía que ver con algo más que las relaciones de Estados Unidos y Rusia", explicó el expresidente, al tiempo que añadió que "[EE.UU.] dejó la puerta abierta para la eventual entrada de Rusia en la OTAN".
A finales de febrero, el presidente ruso Vladimir Putin se dirigió a la nación en un discurso televisado de casi una hora de duración en el que explicó las preocupaciones del Kremlin en materia de seguridad con respecto a Ucrania, principalmente en relación con la política exterior de Kiev orientada a la OTAN.
En su discurso, el líder ruso afirmó que había planteado sin éxito la cuestión de la adhesión de Rusia a la OTAN al entonces presidente Bill Clinton. En lugar de aceptar a Moscú en el bloque, dijo, Washington respondió apoyando a terroristas dentro de Rusia, retirándose del Tratado sobre Misiles Antibalísticos de 1972 y expandiendo el bloque militar de forma que amenazara la seguridad de su país.
Según el Kremlin, la negativa de la OTAN a proporcionar a Moscú garantías de seguridad, así como la militarización continua de Ucrania por el bloque en medio del conflicto de Kiev con sus dos regiones orientales, hizo que Rusia reconociera la independencia de las repúblicas populares de Donetsk y de Lugansk y lanzara una operación militar especial contra Kiev. Ucrania y Occidente consideran que la ofensiva de Moscú fue totalmente injustificada.