El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y su ministro de Hacienda, Rishi Sunak, han sido multados por haber violado las restricciones impuestas durante la pandemia del covid-19 al asistir a varias fiestas celebradas en la residencia oficial del mandatario, situada en Londres, informó este martes The Guardian.
Según el medio británico, las sanciones están relacionadas con una serie de eventos de carácter personal que tuvieron lugar en la londinense calle de Downing Street durante la emergencia sanitaria, incluida una reunión en la sala de gabinete por el cumpleaños de Johnson en junio de 2020, a la que también asistió Sunak.
"El primer ministro y el ministro de Hacienda recibieron hoy una notificación de que la Policía Metropolitana tiene la intención de emitirles avisos de multas fijas", explicó un portavoz del Gobierno británico, que no dio más detalles.
¿Qué ha ocurrido?
Las autoridades han estado investigando un total de doce reuniones. El portavoz gubernamental confirmó que la esposa del mandatario, Carrie Johnson, también recibirá una multa por el mismo delito dado que asistió a dichas fiestas.
Unas horas más tarde el mandatario británico se disculpó públicamente y aseguró que ya ha pagado la multa, si bien no especificó la cuantía de la misma. The Guardian indica que la sanción podría ser de 26 o 65 dólares.
Según el periódico británico, Johnson y Sunak serían el primer ministro y el canciller de Hacienda en haber incumplido por primera vez leyes que ellos mismos promulgaron, en este caso las aprobadas para frenar la emergencia sanitaria.
Piden su dimisión
"Esta es una prueba más que echa por tierra la defensa del primer ministro", afirmó Keir Starmer, líder del opositor Partido Laborista. "Le dijo al país, le dijo al Parlamento, que se habían cumplido todas las reglas en Downing Street, donde vive y trabaja, y ahora es obvio que hubo una criminalidad generalizada", añadió.
Asimismo, el político laborista aseguró que esto cuestiona la honestidad y la integridad del primer ministro del Reino Unido, subrayando que Johnson se comportó "muy mal" al incumplir sus propias normas y luego negarlo.
Por su parte, Nicola Sturgeon, primera ministra de Escocia y líder del Partido Nacional Escocés, aseveró que ambos políticos deben dimitir porque no cumplieron con los valores básicos de "integridad" y "decencia", que, en su opinión, son esenciales para el buen funcionamiento de cualquier democracia parlamentaria.
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