El Gobierno de Suiza se han adherido a la última tanda de sanciones de la Unión Europea contra Rusia y Bielorrusia, al tiempo que reafirmó su posición de neutralidad. Las sanciones se extienden a 200 empresas e individuos, incluidas las hijas del presidente Vladímir Putin, destaca el medio swissinfo.
Las medidas entran en vigor a partir de esta tarde e incluyen la prohibición de las importaciones de carbón, madera y químicos de Rusia y de toda clase de transacciones con cuatro bancos rusos, incluido el VTB. A diferencia de otros países europeos, Suiza no ha expulsado a ningún diplomático ruso.