El Gobierno ucraniano está completando la formación de tras nuevos batallones nacionalistas con reos en Járkov, en el este del país, ha declarado Mijaíl Mizíntsev, jefe del Centro Nacional de Gestión de la Defensa de Rusia.
Estas formaciones militares están compuestas de personas condenadas por crímenes graves y de alta gravedad que estaban cumpliendo sus penas en dos centros penitenciarios, precisó el representante del Ministerio de Defensa ruso en rueda de prensa.
"Los objetivos principales de estos batallones son bloquear Járkov desde el sur e impedir que la población local abandone la ciudad, así como destruir las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania en caso de que retrocedan o intenten rendirse", explicó Mizíntsev.
"Trato despiadado de los verdugos nazis"
Mizíntsev también se refirió al trato inhumano mostrado por las autoridades ucranianas en relación con su pueblo. En particular, dijo que más de 450 civiles, incluidos niños, mujeres con bebés, ancianos y enfermos graves conectados a equipos de soporte vital, así como enfermos con cáncer y dependientes de la insulina han sido bloqueados por neonazis en el Monasterio de San Nicolás y San Basilio, ubicado en el distrito de Volnovaja de la República Popular de Donetsk.
El monasterio y la única carretera que conduce hasta él se encuentran bajo el fuego constante de morteros y de ametralladoras pesadas que ha causado muertos y heridos. Es prácticamente imposible entregar medicamentos vitales, alimentos y suministros esenciales al monasterio, o evacuar a la gente.
"Los métodos y las formas de trato despiadado a los civiles demostrado por los verdugos nazis durante la Gran Guerra Patria están siendo puestos en práctica ahora con especial sofisticación por los neonazis ucranianos", subrayó el representante.
Además, unidades del Ejército de Ucrania han organizado posiciones de fuego en un colegio de la ciudad de Zaporozhie (sureste) y en una escuela, un hospital y una estación de transfusión de sangre en Kramatorsk (este), reteniendo por la fuerza a residentes locales, personal médico y pacientes, que usan como escudo humano.
El militar acusó al régimen de Kiev de "desacato absoluto de las normas morales y del derecho humanitario internacional" y llamó a la ONU, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, el Comité Internacional de la Cruz Roja y otras organizaciones internacionales de derechos humanos a tomar medidas inmediatas para influir en la parte ucraniana para salvar vidas civiles.