Una investigación publicada este miércoles por ProPublica reveló que los 25 estadounidenses más ricos pagaron solo alrededor del 3,4 % de sus ingresos en impuestos entre 2014 y 2018.
Los autores realizaron un análisis de las declaraciones de impuestos de las 400 personas con los ingresos más altos entre 2013 y 2018, los cuales ganaron más de 110 millones de dólares al año.
Los resultados revelaron que en el sistema fiscal estadounidense los que ganan más pagan en promedio tasas de impuestos mucho más bajas que el ciudadano medio, contrariamente al diseño original del sistema, en el que cuanto más ingresos se obtenga, mayor debe ser la tasa impositiva.
Según el reporte, esta diferencia se debe a dos factores principales: primero, la cantidad de ingresos gravados a una tasa más baja al acumular la riqueza a través de activos financieros, y segundo, la capacidad de reunir grandes deducciones al realizar donaciones caritativas.
En EE.UU., la forma en que se gravan los salarios y las inversiones difiere en gran escala. En lugar del cheque de pago estándar que recibe la mayoría de los trabajadores estadounidenses, con deducciones por impuestos de seguridad social y cobertura médica, muchos de los 400 ciudadanos más ricos obtienen sus ingresos a través de activos financieros, que generalmente se gravan a una tasa más baja.
De esta forma, los multimillonarios en tecnología pagan tasas inferiores. Bill Gates, cuyos ingresos de 2013 a 2018 fueron un promedio de 2.850 millones de dólares al año, pagó una tasa efectiva del impuesto sobre la renta federal del 18,4 %.
Además de pagar impuestos a una tasa más baja por tener un ingreso de inversión, los estadounidenses más ricos a menudo hacen grandes donaciones benéficas con sus acciones, lo que les permite obtener grandes deducciones fiscales.
Es el caso de Michael Bloomberg, que ganó un promedio de 2.050 millones de dólares al año entre 2013 y 2018, se le dedujo el 66 % de sus ingresos, resultando en una de las tasas tributarias más bajas del grupo, con el 4,1 %.
Según la investigación, entre 2014 y 2018, los 25 estadounidenses más ricos ganaron colectivamente 401.000 millones, pero pagaron solo 13.600 millones en impuestos, es decir, alrededor del 3,4 %.