Las primeras formas de vida surgieron en la Tierra mucho antes de lo que se pensaba
Diversas formas de vida microbiana existieron en la Tierra hace al menos 3.750 millones de años, sugiere un nuevo estudio liderado por investigadores de la University College de Londres (UCL) que desafía la visión convencional sobre cuándo comenzó la vida.
Su conclusión se basa en evidencias extraídas a partir varios tipos de vida microbiana descubiertas dentro de una pieza de roca del tamaño de un puño en Quebec, Canadá, que tiene entre 3.750 millones y 4.280 millones de años, es decir 300 millones de años antes de lo que comúnmente se creía hasta ahora, según un comunicado emitido por la UCL el 13 de abril.
Un estudio anterior de la roca, publicado en 2017, identificó pequeños filamentos, protuberancias y tubos que parecían haber sido producidos por bacterias.
Sin embargo, no todos los científicos estuvieron de acuerdo con que las estructuras estudiadas tienen un origen biológico, admite el comunicado.
Solo en reciente análisis más extenso de la roca descubrió una estructura aún más grande y compleja que las que se identificaron previamente. Se trata de un tallo con ramas paralelas en un lado de casi un centímetro de largo, así como cientos de esferas distorsionadas, o elipsoides, a lo largo de los tubos y filamentos.
Según los investigadores de la UCL, aunque algunas de esas estructuras podrían haberse creado a través de reacciones químicas, lo más probable es que el tallo con forma de árbol con ramas fuera de origen biológico, ya que previamente no se ha encontrado ninguna estructura creada solo mediante reacciones químicas.
"Esto significa que la vida podría haber comenzado tan solo 300 millones de años después de que se formara la Tierra. En términos geológicos, esto es pronto: aproximadamente un giro del Sol alrededor de la galaxia", comentó el autor principal del estudio, el geoquímico de UCL Dominic Papineau.
El equipo también proporcionó pruebas de cómo se alimentaban las bacterias. Los científicos encontraron subproductos químicos mineralizados en la roca consistentes en microbios antiguos que vivían a partir de hierro, azufre y posiblemente, también, de dióxido de carbono y luz a través de una forma de fotosíntesis que no involucraba oxígeno.
Y quizás la conclusión más emocionante del descubrimiento de vida en las duras condiciones de la Tierra primitiva es su posibilidad de contribuir a la búsqueda de vida extraterrestre.
"Concluimos que tales ecosistemas microbianos podrían existir en otras superficies planetarias donde el agua líquida interactuó con rocas volcánicas, y que estos microfósiles y dubiofósiles más antiguos informados aquí (...). Eso sugiere que la vida extraterrestre puede estar más extendida de lo que se pensaba anteriormente", sostienen los autores del estudio publicado en la revista Science Advances.