El crucero portamisiles ruso Moskvá que sufrió daños la noche del miércoles, se ha hundido mientras estaba siendo remolcado en medio de una borrasca, informó el Ministerio ruso de Defensa.
"El crucero Moskvá estaba siendo remolcado a su puerto de destino debido a los daños que le había causado en el casco un incendio provocado por la detonación de municiones, cuando perdió estabilidad. El buque se hundió en medio de un mar tempestuoso", reza el informe.
Previamente, el Ministerio de Defensa de Rusia informó que el crucero Moskvá había resultado seriamente dañado a causa de un incendio registrado a bordo la noche anterior, lo que provocó la detonación de una munición.
Desde el organismo señalaron que el armamento principal de misiles que estaba en el buque no resultó dañado.
La cartera de Defensa también informó que no había fuego ardiendo en la nave y que las detonaciones de munición terminaron.
La tripulación del buque fue evacuada a otras naves de la Flota del mar Negro que se encontraban en la zona, mientras las causas del fuego están siendo investigadas.
Por su parte, el secretario de prensa del Departamento de Defensa de EE.UU., John Kirby, confirmó a CNN la mañana del jueves que el crucero se dirigía al este. "Creemos que, probablemente, va a someterse a reparaciones en Sebastopol", agregó.
El crucero Moskvá, cabeza de serie del proyecto 1164 Atlant, iba equipado con 16 lanzadores de misiles pesados Vulkán, desarrollados para destruir buques grandes y portaaviones, así como con sistemas de defensa antiaérea y antimisiles de gran alcance S-300F Fort (64 misiles en su arsenal), además de sistemas de corto alcance Osa-MA (48 misiles en el 'stock').
En la segunda mitad de 2015, el crucero lideró la formación permanente de las fuerzas navales rusas en el Mediterráneo, donde protegía la base aérea rusa de Jmeimim, en Siria, con sus sistemas de defensa aérea.