Belén Barnechea, hija de Alfredo Barnechea —candidato presidencial en las elecciones generales de Perú en 2016—, celebró el pasado sábado en la ciudad de Trujillo una boda con personas disfrazadas de esclavos e indígenas, según se aprecia en varios videos difundidos por medios locales.
En una de las grabaciones se observa cómo la mujer y su esposo, Martín Cabello de los Cobos, nieto de los condes de Fuenteblanca (España), desfilan por las calles de la urbe peruana mientras un grupo de actores que se hacen pasar por esclavos descalzos les acompañan y bailan al ritmo de la música.
Otro video muestra cómo los recién casados pasean rodeados de periodistas mientras varias mujeres que representan indígenas están sentadas en el suelo, con la cabeza agachada, mientras realizan trabajos artesanales. "Qué lindo", se oye decir a una voz femenina.
Según medios locales, se trata de una escenificación de las nupcias durante la época del Virreinato del Perú, que fue una entidad territorial del Imperio español creada por la Corona del país ibérico a mediados del siglo XVI.
Presencia de la aristocracia española
Las imágenes del casamiento, que contó con la presencia de personalidades de la aristocracia española, destacados políticos de la nación y miembros de las élites peruanas, causaron controversia en las redes sociales, donde muchos calificaron el evento de "indignante".
"Es una vergüenza que como sociedad permitamos que ocurran estos actos de subordinación étnica, racial, cultural, social, etc. por parte de los mismos de siempre", escribió un usuario. "Tenemos que borrar el pensamiento colonial del Perú", añadió.
Otra internauta criticó la ceremonia acusando a Belén y su esposo de "adornar su boda" con mujeres indígenas sentadas en el suelo. "La hija de Barnechea en su boda no tuvo mejor idea que recrear la época de la colonia", apuntó otro.
"Ofensa a nuestra memoria"
"La boda de Barnechea ha sido totalmente intencional, la representación de la mujer indígena como inferior y el esclavismo como 'show', es la respuesta de los blancos a una crítica anticolonial que hace rato levantamos en el país. Es una ofensa a nuestra memoria e historia", aseveró otra persona.
Por su parte, el Centro de Culturas Indígenas del Perú (CHIRAPAQ) criticó la polémica boda afirmando que la diversidad cultural es un valor en tanto los involucrados interactúan como iguales, argumentando que en este caso los personajes indígenas y afros solo fueron decoración. Asimismo, detalló que existen relatos que documentan que los virreyes entraron en Lima de forma similar.
"Mientras los peruanos sigamos viendo la diversidad cultural como una 'performance' y no como la existencia de diversas culturas parte de un todo, el coexistir en armonía y con un mismo sueño de país es aún muy lejano", sentenció.
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