A principios de esta semana, medios occidentales reportaron que Rusia entró en 'default' con su deuda externa, pese a que las autoridades rusas descartaron que existan razones para un impago. Mientras, el futuro destino de la economía del país solo se aclarará a principios de mayo, tras la fecha límite definitiva para cumplir con las obligaciones.
Pero, ¿cómo es posible que Rusia, con reservas récord de oro y divisas, un bajo nivel de endeudamiento y capacidad total para cumplir sus obligaciones, esté al borde de un 'default'? ¿O simplemente se trata de una campaña mediática para causar daño a la reputación de Moscú? Aquí repasamos los puntos clave para entender mejor la situación.
Pago en rublos
El pasado 6 de abril, el Ministerio de Finanzas de Rusia comunicó que por primera vez ha pagado en rublos a los tenedores extranjeros de eurobonos, después de que una institución financiera extranjera rechazara un intento de liquidar el pago de 649,2 millones de dólares por orden de EE.UU. Se trata de bonos externos, denominados 'Rusia-2022' y 'Rusia-2042', con vencimiento en los años 2022 y 2042, respectivamente, cuyo reembolso estaba previsto para el 4 de abril.
Tras el pago, la agencia estadounidense de calificación de riesgo S&P cambió la calificación de Rusia en divisa extranjera a 'SD' (impago selectivo). Dicha calificación se aplica cuando la agencia "considera que el deudor ha impagado selectivamente sobre una emisión o clase específica de obligaciones, pero continuará cumpliendo sus obligaciones de pago en relación con otras emisiones o clases de obligaciones puntualmente".
Por su parte, la agencia de calificación Moody's afirmó que el pago en la divisa nacional rusa es "un cambio en las condiciones de pago relativas a los contratos de los bonos originales", que estipulan los dólares como la divisa de las transacciones.
De este modo, Moody's señala que, según la definición de la agencia, la situación puede considerarse un 'default' si la deuda correspondiente al 4 de abril no se salda en dólares antes del próximo 4 de mayo, considerado el final del período de gracia de 30 días concedido al deudor tras la transacción fallida.
¿Tiene Rusia fondos para pagar?
La congelación de las reservas de divisas del Banco Central de Rusia en las instituciones financieras estadounidenses en el marco de las sanciones impuestas, hizo que Moscú no pueda acceder a sus fondos, dificultando así los pagos en dólares en los que fueron emitidos los eurobonos correspondientes. Sin embargo, el país continúa cumpliendo los pagos necesarios en su divisa nacional.
En respuesta a las informaciones que aparecieron en los medios, desde el Ministerio de Finanzas de Rusia aclararon que el país "dispone de fondos suficientes para atender y pagar puntualmente todas sus deudas".
¿Habrá 'default'?
Sin embargo, los pagos en rublos podrían considerarse un 'default' técnico, que se refiere a un impago realizado por un deudor que dispone de los recursos necesarios para llevarlo a cabo. Generalmente, el impago total se produce si una empresa o nación no logra saldar la deuda tras el período de gracia de 30 días.
Al mismo tiempo, expertos sostienen que el caso de Rusia podría diferenciarse de las definiciones de un impago tradicional.
El asesor financiero Vladímir Vereschak explicó a Izvestia que el país no entró en un 'default' técnico ya que realizó los pagos en rublos sobre los eurobonos, por lo que cumplió sus obligaciones ante los tenedores extranjeros. "De momento, existe más alboroto en los medios de comunicación sobre un 'default' en Rusia", destacó.
"Un 'default' significa que el deudor no tiene los fondos para pagar la deuda o la voluntad de cumplir dichas obligaciones en caso de disponer de recursos", recordó el Ministerio de Finanzas ruso, subrayando que dicho término no se puede aplicar en este caso. Según el organismo, "los obstáculos" para realizar los pagos y el servicio de la deuda estatal en moneda extranjera "se han creado artificialmente" ya que Moscú está dispuesto a cumplir sus obligaciones.
"La congelación de las cuentas en divisas [euros, dólares] del Gobierno ruso y su Banco Central se puede calificar como un deseo de algunos países extranjeros de provocar un impago artificial que no tiene ningún fundamento económico real", aseveró en marzo el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov.
Por su parte, el analista financiero Artiom Zvezdin también subraya que las condiciones que Occidente impuso a Rusia "son políticas" y no tienen nada que ver con la situación económica en el país.
En este contexto, Olga Nikolaeva de la empresa de inversiones ITI Capital señala al portal banki.ru que, frente a un posible 'default', la economía rusa en realidad se caracteriza por indicadores macroeconómicos estables con una evolución positiva del desarrollo, reservas de oro y monedas extranjeras considerables y una carga de deuda baja.
Posibles consecuencias
Según Valeriy Korneichuk, profesor de la Escuela Superior de Administración de Finanzas, ni Rusia ni la economía mundial sufrirán pérdidas significativas en caso de un impago técnico ya que la deuda externa del país no es tan grande como para afectar el mercado financiero.
"Los ingresos actuales de la venta de los productos energéticos garantizan la estabilidad y el superávit del presupuesto ruso y el cumplimiento de todas las obligaciones sociales", enfatizó.
Al mismo tiempo, Zvezdin considera que el posible 'default' "no cambiará en absoluto el panorama económico y la situación" en el país ya que Moscú puede cumplir sus obligaciones con facilidad.
Por otra parte, el proceso sí podría provocar un deterioro en la calificación crediticia del país y un posible cierre a los mercados externos de préstamos, estima Mijaíl Kogán, jefe del departamento de investigaciones analíticas de la Escuela Superior de Administración de Finanzas.
Mientras, en caso de posibles procedimientos judiciales iniciados por los tenedores extranjeros, el Ministerio de Finanzas ruso podría dirigir las demandas a los bancos occidentales que incumplieron sus órdenes de pago, señala Dmitri Monastýrshin del banco ruso Promsvyazbank.
Vías alternativas
Sin embargo, analistas señalan que existen también otras alternativas para atender la deuda externa rusa. Así, Korneichuk destaca Rusia podría realizar los pagos aprovechando los ingresos en divisa extranjera que reciben los exportadores residentes en Rusia, que desde el 28 de febrero deben vender el 80 % de sus ingresos en divisas en el marco de todos los contratos del comercio exterior. "Al mismo tiempo, se puede reestructurar la deuda soberana para cada país acreedor por separado", agregó.
Mientras, expertos de la empresa de inversiones Freedom Finance señalan que el país podría pagar su deuda extranjera en yuanes chinos de las reservas correspondientes, no sujetas a las sanciones, o convertir dicha divisa en dólares para realizar las transacciones.