Al caer prisionero, Yákov se encontraba en el campo de concentración de Hammelburg, ubicado en Baviera del Sur, de donde en marzo de 1943 fue trasladado al campo nazi de Sachsenhausen, donde estaba bajo vigilancia en la zona especial 'A', relató este martes el historiador ruso a la agencia RIA Novosti. Según unos testigos, en el cautiverio alemán el oficial soviético se comportó con gran hombría y dignidad.
Sachsenhausen fue uno de los principales campos de exterminio de Wehrmacht, ubicado en los alrededores de Berlín, donde durante la Segunda Guerra Mundial los fascistas mataron a más de 100.000 prisioneros de guerra.
Según palabras de Zúev y como se deduce de los documentos, Yákov en el campo de Sachsenhausen no se comunicaba con nadie e incluso menospreciaba a los soldados y oficiales alemanes.
A finales de 1943, durante un paseo cerca de la barraca, Yákov se negó a cumplir la orden de un soldado de guardia de pasar a la barraca y se dirigió a través del sendero neutral al alambre.
"Después del grito del centinela, Yákov empezó a blasfemar, rotó el cuello de su guerrera y gritó al centinela: '¡Dispara!'. El centinela disparó contra su cabeza y le mató", relató el historiador.