En las últimas horas, se ha reportado la desaparición del escritor y periodista chileno-estadounidense Gonzalo Lira, residenciado en Ucrania, que se trasladó de Kiev a Járkov, tras el inicio de la operación militar rusa en ese país, y del que se perdió el rastro.
Las últimas publicaciones en su cuenta de Twitter son del pasado 15 de abril, cuando dejó de comunicarse a través de esa red social, de Telegram y de su canal en YouTube. En un trino de esa fecha, a través de una imagen, critica el enfoque que le han dado los medios occidentales al conflicto y la propaganda neonazi al dar cobertura a los grupos extremistas ucranianos.
El también cineasta tenía programada una entrevista el pasado 17 de abril en el programa 'Mother of All Talk Shows' con el presentador británico George Galloway, quien informó que nunca pudo comunicarse con Lira para llevarla a cabo. "Que Dios salve la vida de Gonzalo Lira, de quien no hemos sabido desde el viernes (15 de abril), desde que acordamos tener esta conversación en este show", dijo.
Según una publicación de CNN, voceros del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, cuyos nombres no han sido revelados, manifestaron que "mantienen comunicación con las entidades pertinentes para informar ante cualquier novedad sobre la ubicación del connacional".
En periodista chileno fijó el pasado 26 de marzo un tuit donde mencionaba a un grupo de personas que se han mostrado críticas con la posición del Gobierno ucraniano y que se encuentran desaparecidas o posiblemente muertas en el contexto del conflicto entre ambos países.
"¿Quieres saber la verdad sobre el régimen de Zelenski? Googlea estos nombres: Vlodimir Struk, Denis Kirev, Mijail y Aleksander Kononovich, Nestor Shufrych, Yan Taksyur, Dmitri Djangirov, Elena Berezhnaya. Si no has tenido noticias mías en 12 horas o más, pon mi nombre en esta lista", escribió.
Lira y el Daily Beast
Antes de su desaparición, Lira había mostrado su preocupación luego de que Daily Beast publicara un artículo titulado 'Cómo un sórdido entrenador de citas estadounidense se convirtió en un cómplice pro Putin en Ucrania'. En el texto se sostenía que su visión sobre lo ocurrido en ese país, difundida a través de las redes sociales, se había modificado con el pasar de los días, que se alineaba con la "narrativa" del Gobierno ruso y que posiblemente era un "personaje ficticio creado por el Kremlin".
Sobre estas afirmaciones, el escritor chileno dijo en un video: "Si no saben de mí en doce horas o más, asuman que habré sido capturado por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), y tengan en cuenta que el mayor responsable es el Daily Beast, que mintió deliberadamente sobre mí afirmando que no estoy en Járkov. Admitieron el hecho de que me están buscando y que quieren localizarme con cada artículo que escriben".
Del mismo modo, expresó que el citado medio habría contactado al Gobierno ucraniano para que supiera que se encontraba en esa ciudad ucraniana, "para que se den cuenta de mi importancia y para que puedan enviar algunos matones del servicio de seguridad para que puedan capturarme".
Ya Lira había denunciado previamente que el SBU había intentado secuestrarlo en dos oportunidades en las que pudo escapar, recoge la Revista Rambla.
Al respecto, el periodista y analista español Javier Couso, entrevistado por RT, aseveró que ni el Gobierno estadounidense ni los medios occidentales han reaccionado ante esta desaparición porque eso demostraría que hay un "régimen de ideario nazi" que estaría "impidiendo de cualquier manera, incluso a través de las desapariciones y condenas, el libre ejercicio de la libertad de información".
El también exeurodiputado manifestó que aunque "cualquier guerra es peligrosa", no se debe admitir "como una sociedad avanzada que defiende la información que a los periodistas se les coloque en un punto de mira y sean asesinados, secuestrados o desaparecidos".
Desde que comenzó el conflicto en Ucrania, varios periodistas y trabajadores de los medios han sido amenazados de muerte y asesinados, entre ellos los estadounidenses Brent Renaud y Pierre Zakrzewski.