El Gobierno venezolano denunció la "vandalización permanente" y el incendio de su consulado en Bogotá, la capital colombiana, la madrugada del pasado lunes. En un comunicado, señaló a Colombia de incumplir lo establecido en los acuerdos internacionales y le exigió "respeto y resguardo" de la sede consular.
En un escrito, la Cancillería venezolana afirma que "la falta de resguardo y protección" de la sede diplomática quebranta lo establecido en la Convención de Viena sobre relaciones consulares y sostiene que desde 2019 ha "sido objeto de hechos ilegales de manera permanente".
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, el Estado colombiano incurre "por acción u omisión" en una "violación flagrante y reiterada de las normas esenciales" de las relaciones diplomáticas y consulares. Por ello, exige al Gobierno colombiano "el debido respeto y resguardo" del predio debido a que le corresponde hacerlo al país receptor.
En una nota publicada por El Tiempo, se informa que se registró un incendio "en la sede abandonada del consulado de Venezuela", que es ocupada "por parte de habitantes de calle", luego de que encendieran una "fogata que se salió de control". La emergencia fue atendida por los Bomberos de Bogotá y no se registraron personas heridas.
En el texto se agrega que los vecinos han pedido la intervención de las autoridades porque la "edificación se ha convertido en foco de la delincuencia" y "no existe ninguna persona que la custodie".
En una imagen compartida en Twitter por un usuario, se observa la acción del fuego en el lugar. Hasta el momento, la Cancillería colombiana no ha emitido ningún comentario en las redes.
La relación entre ambos países se encuentra fracturada desde que Caracas rompió relaciones diplomáticas con Bogotá, el pasado 23 de febrero del 2019, luego de que presidente colombiano Iván Duque mostrara su apoyo a Juan Guaidó y lo recibiera en el país, desde donde supuestamente enviarían un cargamento de "ayuda humanitaria" a Venezuela.
En esa oportunidad, el Gobierno de Nicolás Maduro se negó a recibirla por considerar que se trataba de una maniobra desestabilizadora para generar violencia en la frontera y deponerlo.