La prensa mexicana informó en las últimas horas sobre un fallo judicial que suspendería la construcción del quinto tramo del Tren Maya, pero el presidente, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este martes que "todavía no hay una notificación oficial".
Durante su acostumbrada rueda de prensa matutina, el mandatario expresó: "No sabemos de qué se trata. Solo lo que ya es de dominio público. Hay con propósitos políticos, no ambientalistas, una campaña contra el Tren Maya, financiada por organismos internacionales y empresarios".
Este proyecto ferroviario impulsado por el Gobierno tiene el fin de transportar cargas y pasajeros en la Península de Yucatán, como una ampliación de la red nacional. El desarrollo de esta gran obra inició en el 2018, y según lo informado al momento de anunciar la planificación, se inauguraría en el 2023.
"Pseudoambientalistas"
Sin embargo, el plan ha despertado críticas por los posibles impactos en el medioambiente que podría generar el nuevo trazado. En concreto, el recorrido del tren pasaría por la selva y un terreno repleto de cuevas, cenotes y ríos subterráneos.
Por ello, académicos, famosos y activistas ya se pronunciaron en contra, lo que causó malestar en el Jefe de Estado: "Están utilizando a pseudoambientalistas. Se trata de gente sin convicciones, ni escrúpulos morales de ninguna índole. ¿Cómo ahora les sale la preocupación del medio ambiente?", dijo desde el Palacio Nacional.
Respondiendo a los cuestionamientos, López Obrador negó que el Tren Maya dañara ríos subterráneos y cenotes: "Tan es así que campesinos, ejidatarios y pequeños propietarios dieron su anuencia, pero este es un asunto de tipo político".
En esa misma línea, se preguntó: "¿Por qué los ambientalistas no se pronunciaron en contra de Xcaret, que desviaron ríos subterráneos? En Valladolid escarbaron para unir cenotes y los ambientalistas no se dieron cuenta. ¿El juez de Mérida dónde andaba? ¿No lo supo?".
Paralización provisional
Según El Financiero, el fallo —del cual el presidente niega haber sido notificado— emitió una suspensión provisional. El sector afectado es el tramo entre Playa del Carmen y Tulum, en Quintana Roo. El argumento es que no habría una autorización ambiental.
En contrapartida, la administración de López Obrador indica que el tren "resolverá el problema de falta de conectividad e infraestructura del transporte en el sureste del país". Además, el Ejecutivo afirma que la deforestación que pueda ocasionar la obra sería recompensada con la plantación de 200.000 hectáreas y la creación de tres parques naturtales de 18.000 hectáreas. Sin embargo, la controversia continúa.
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