"Aquí hemos crecido": Hablan residentes de Mariúpol, que se quedan en la ciudad pese a los combates
La ciudad de Mariúpol se repone paulatinamente: cada vez se puede ver a más y más personas en las calles, pero uno de los problemas que ahora enfrenta la urbe es el transporte. La situación se agudiza sobre todo para los ancianos, que tienen que recorrer largas distancias después de recibir la ayuda humanitaria. En estas condiciones, muchas personas simplemente caminan de un barrio a otro, mientras que algunos usan un medio de transporte muy popular: la bicicleta.
Galina relató que su casa quedó dañada y recuerda con horror los vehículos de combate del Ejército ucraniano. "Era horrible. Si la gente les pedía que se fueran, que se llevaran los tanques, daban la vuelta y disparaban contra los edificios, eso es un verdadero horror", afirmó.
En su barrio se puede observar una imagen que se repite por toda la ciudad: hogueras y hornos improvisados para cocinar. "No hay luz, ni gas, ni agua, así que tenemos que sufrir en la calle. Subir tres veces al día al quinto, al cuarto piso, nos duelen las piernas de cargar estas ollas", afirmó una mujer.
Otra residente exclamó, en referencia a las acciones de los integrantes de Azov: "¡Qué le han hecho a la ciudad de Mariúpol!". "Entraron en los patios, en un edificio de nueve pisos, en tanques y en carros blindados. Dijeron que, si los molestábamos, dispararían a matar", dijo.
¡Desgraciados! ¡Qué todos ellos me escuchen, los que sobrevivieron de Azov, escúchenme bien: son unos desgraciados!
"Nuestro edificio se quemó, pudimos salvar a la gente del incendio. Entonces llegaron y empezaron a dispararnos, apenas logramos llegar al sótano. Apenas tuvimos tiempo para que no hirieran a nadie, esa es su política. ¡Desgraciados! ¡Qué todos ellos me escuchen, los que sobrevivieron de Azov, escúchenme bien: son unos desgraciados!", afirmó, a su vez, un hombre que vive en la ciudad.
Sin embargo, muchas personas no quieren rendirse ante las dificultades y aseguran que no quieren salir de esta urbe destruida, porque es su casa, el lugar donde nacieron.