Los gobiernos de Cuba y EE.UU. han decidido retomar las conversaciones bilaterales para atender el tema migratorio y la obtención de visados, una cita que se dará luego de una pausa de cuatro años y en medio de una acentuada crisis migratoria agravada por la política anticubana que aplicó la administración del expresidente Donald Trump.
Durante los últimos seis meses, la migración muestra cifras como la detención de casi 80.000 cubanos en la frontera sur de EE.UU. y más de 1.200 interceptados en el mar en embarcaciones que ponen en peligro su vida, una situación que se ha acrecentado por la decisión de Washington de no cumplir con las 20.000 visas anuales pactadas en acuerdos migratorios.
A esto se suma la situación económica que vive la isla producto de una política de mayor presión y bloqueo por parte del país norteamericano y su decisión de cerrar el consulado en La Habana. Esta última medida obliga a los cubanos que desean visitar a sus familiares en EE.UU. a viajar a un tercer país para solicitar una visa que en la mayoría de los casos resulta negada, impulsándolos a tomar vías irregulares.
El reinicio de las conversaciones, fijado para este jueves en Washington, fue una promesa de campaña electoral que hizo el actual presidente de EE.UU., Joe Biden, quien ha sido criticado por tardar más de un año en retomar las reuniones. Mientras tanto, las autoridades cubanas califican la política migratoria estadounidense de incoherente y diferenciada.
"Cumplir los compromisos"
"El llamado fundamental es a cumplir los compromisos que los dos asumimos y que demostraron inmediatamente, casi de forma automática, en 24 horas, que funcionan, porque los hicimos como parte de una negociación y finalmente acordamos que esa era la manera, el esquema y la forma en que se podía resolver el tema de la migración irregular", dijo recientemente la vicecanciller cubana, Josefina Vidal.
La diplomática señaló que EE.UU. implementa una política discriminatoria con Cuba, mientras que con otros países ejecuta programas para el desarrollo económico, la creación de empleos e incluso para fortalecer los sistemas educativos y de salud.
"Para Cuba estas conversaciones son importantes, siempre lo han sido. De hecho, Cuba nunca ha sido el país que las ha suspendido, cada vez que ha habido una suspensión de estas conversaciones, esa decisión ha provenido del Gobierno de los EE.UU.", agregó la vicecanciller.
Los acercamientos entre La Habana y Washington, así como los acuerdos suscritos en años anteriores, fueron suspendidos por el Gobierno de Trump, quien decidió cerrar los servicios consulares y disminuir drásticamente los viajes entre ambos países, así como también el envío de remesas.
Mientras tanto, en Cuba se opina que a pesar de las promesas de campaña, Biden no ha movido ni un centímetro para retomar los acuerdos con la isla y consideran que su administración no tiene la capacidad ni la voluntad política para darle un giro a la situación actual.