Las fuerzas rusas se encontraron este jueves con un anciano que dijo haber sido herido de bala por un francotirador ucraniano, mientras salía con su esposa a buscar agua en la ciudad de Mariúpol.
El civil recibió el impactó en una de sus piernas por lo que tuvo que salir arrastrándose del territorio controlado por los nacionalistas ucranianos hasta ponerse a salvo. "Salimos por agua como a las dos del mediodía. Salimos y empezó a disparar el francotirador. Me disparo en la pierna", indicó el hombre.
Asimismo, el anciano acusó a las fuerzas ucranianas de impedir que los residentes salieran de los edificios y amenazar con dispararles a quemarropa si lo hacían, en una aparente táctica para crear escudos humanos.