Exoficial de EE.UU. denuncia el "silencio ensordecedor" en el caso del periodista chileno Gonzalo Lira, desaparecido en Ucrania
Scott Ritter, exoficial del Cuerpo de Marines de EE.UU., condena en un artículo de opinión para RT el silencio generalizado por parte del Gobierno de Ucrania y los medios de comunicación occidentales frente al caso de la desaparición de Gonzalo Lira. El escritor y periodista chileno-estadounidense, residenciado en Ucrania, se trasladó de Kiev a Járkov tras el inicio de la operación militar rusa en ese país, y el último contacto que se tuvo con él fue el 15 de abril a través de sus redes sociales.
"Guardar silencio en el asesinato de Gonzalo Lira es ser cómplice de su posible muerte y de la muerte de todos los periodistas que persiguen la verdad, incluso si va en contra de la narrativa dominante. El pensamiento crítico no debería ser una sentencia de muerte. Desafortunadamente para Lira parece que lo fue", asegura Ritter.
En su escrito —titulado 'Un periodista estadounidense desaparece en Ucrania. El silencio es ensordecedor'—, el exinspector de armas y jefe de la Unidad de Ocultamiento de la Comisión Especial de las Naciones Unidas critica la pasividad de los principales medios de comunicación frente al caso, que compara con el del periodista saudí, Jamal Khashoggi, asesinado en el Consulado de Arabia Saudita en Estambul, el 2 de octubre de 2018.
En su opinión, el manejo tan diferente de esas dos situaciones es un claro reflejo de la "doble moral" existente a la hora de condenar o denunciar ese tipo de hechos. Lira ha sido un crítico del Gobierno de Zelenski. Khashoggi tampoco estaba muy a favor del gobierno de su país y trabajaba para el Washington Post. No obstante, su crimen sí provocó de inmediato conmoción y el clamor generalizado de la prensa. "La desaparición de Gonzalo Lira debería haber desatado indignación y llamados a una investigación por parte del gobierno y los medios estadounidenses 'amantes de la libertad'", considera.
Al mismo tiempo, Ritter encuentra inaceptable que el alcalde de Járkov, Ígor Térejov, no haya sido llamado por los colectivos de periodistas, tanto extranjeros como estadounidenses, para "dar cuenta de las acciones de Serguéi Velichko y la Unidad Kraken". "Es hipocresía en su forma más alta, especialmente dada la insistencia de estas mismas entidades en investigaciones similares sobre las denuncias de supresión de la libertad de expresión periodística en Rusia", subraya el norteamericano.
Velichko es un comandante del batallón nacionalista ucraniano Azov (al que pertenece la Unidad Kraken), a quien varios informes —no verificados— identifican como el presunto secuestrador del comunicador chileno. El ucraniano también ha sido acusado de cometer agresiones contra los soldados rusos apresados en ese país.
"Que el Gobierno estadounidense no haya exigido al presidente Zelenski que inicie una investigación inmediata sobre el destino de Gonzalo es una tomadura de pelo", escribe.
"No se queden callados"
El exagente de las Naciones Unidas cuenta que conoció a Gonzalo a finales de marzo, cuando el también cineasta lo contactó para una entrevista. En esa oportunidad, el periodista expresó "una clara preocupación de que el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) lo estaba buscando", asegura el exoficial, quien le mostró su preocupación por trasmitir desde Járkov, donde se libraban combates. Lira afirmó que estaba "tomando precauciones", pero en un segundo dialogo que mantuvieron el 11 de abril parecía preocupado porque "las autoridades de Kiev no solo estaban disgustadas con lo que decía, sino que lo estaban buscando activamente", se lee en su artículo.
Mientras aumenta la incertidumbre sobre el paradero del escritor suramericano, solamente los medios independientes han alzado su voz de protesta, asevera Ritter, quien hace un llamado a denunciar los "crímenes" del presidente ucraniano Vladímir Zelenski. En su opinión, el mandatario "ha incorporado la odiosa ideología de la Alemania nazi, dando voz a su lógica llena de odio y facultando a sus secuaces para silenciar las voces de quienes, como Gonzalo Lira, se atrevieron a decir la verdad al poder".
"No se queden callados ante el actual esfuerzo colectivo por silenciar la disidencia (…) De lo contrario, la libertad de expresión y las ideas que se manifiestan en ese concepto morirán, y no quedará nadie con capacidad moral para llorar su pérdida", concluye.
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