Este martes se desarrolló en Colombia una audiencia de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en la que militares hoy retirados confesaron frente a familiares de las víctimas su responsabilidad en el asesinato de unos 120 jóvenes campesinos y desocupados a los que presentaron luego como guerrilleros muertos en combate, informó El Espectador.
La primera de dos audiencias previstas tuvo lugar en Ocaña, en el departamento Norte de Santander, en la misma región del Catatumbo en la que fueron cometidos los crímenes por el Estado colombiano, durante los años 2007 y 2008.
El caso se inscribe en la extendida práctica conocida como 'falsos positivos', e incluye, además de las 120 ejecuciones, detenciones arbitrarias y desaparición forzada de personas.
"Asesiné cobardemente, les arrebaté la ilusión a sus hijos, les desgarré el corazón a sus madres por una presión de unos falsos resultados, por tener contento a un Gobierno. No es justo, no es justo", reconoció Néstor Guillermo Gutiérrez, quien era cabo primero del Ejército al momento de cometer los delitos y fue comandante de escuadra en la Brigada Móvil 15.
"No voy a justificar lo que hice, porque cometí delitos, crímenes. Asesinamos a personas inocentes, campesinos. Quiero aclararlo acá: los que asesinamos fueron campesinos", admitió el primero de los militares en declarar.
"Yo reconozco y acepto mi responsabilidad como coautor por los crímenes de guerra, de lesa humanidad y homicidio en persona protegida, crímenes que cometí", dijo el acusado. Y apuntó contra el Gobierno de Álvaro Uribe por las "presiones" que ejercían los altos mandos de las Fuerzas Armadas para obtener resultados.
El excabo detalló que, como no encontraban a los guerrilleros, hacían listas de campesinos a los que, aun sabiendo que nada tenían que ver con grupos armados, iban a acribillar.
"Yo ejecuté, yo asesiné a familiares de los que están acá, llevándolos con mentiras, con engaños. Les disparamos cruelmente, cobardemente, y manchamos su nombre y el de su familia. Dejamos a unos hijos sin padre, a una madre sin hijos. Pido perdón a Dios. Hicimos un teatro para mostrar supuestos combates", confesó Gutiérrez.
También confesaron sus delitos el excoronel Rubén Darío Castro Gómez, el excapitán Rivera Jácome, el exsargento segundo Rafael Antonio Urbano Muñoz y el exmayor Juan Carlos Chaparro Chaparro, entre otros acusados.
En total, 10 militares y un civil responden ante la JEP por sus crímenes. El proceso se inscribe en el acuerdo de paz que desarmó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y que establece que quienes confiesen sus delitos y reparen a las víctimas pueden evitar la cárcel y recibir penas alternativas.