La Oficina del Sheriff del condado de Lauderdale, en Alabama, EE.UU., emitió este viernes una alerta después de que una empleada y un recluso detenido por un asesinato desaparecieran esa misma jornada, informan medios locales.
Vicki White, subdirectora del departamento de correccionales con 25 años de servicio policial, salió del centro de detención acompañando a Casey Cole White, con quien no tiene ningún vínculo de parentesco a pesar del mismo apellido, a las 9:41 (hora local) supuestamente para llevarlo al tribunal donde iban a evaluar su salud mental, indicó el jefe de Policía del condado, Rick Singleton.
Poco después de las 15:00, su vehículo fue encontrado en el aparcamiento de un centro comercial. Más tarde, los agentes se dieron cuenta de que nadie había podido ponerse en contacto con ella, y que el detenido no había sido devuelto a la custodia.
Además, se confirmó que ninguna evaluación de salud mental estaba programada para esa fecha y que, dada la gravedad del crimen del cual es sospechoso Casey Cole, la agente no tenía la autorización para llevarlo sola al tribunal.
Aunque las circunstancias pueden provocar muchas dudas sobre las intenciones de la agente, Singleton afirmó que, primero, se requiere obtener pruebas definitivas antes de acusar a Vicki White de cualquier delito y que las autoridades están considerando todas las posibilidades de lo que pudo suceder el viernes por la mañana.
"¿Lo ayudó a escapar? Obviamente es una posibilidad", declaró el oficial. "¿Fue secuestrada de camino al juzgado? ¿Llevada contra su voluntad? Obviamente, ese es otro punto que estamos analizando", agregó Singleton y advirtió a los residentes que el prófugo es considerado "extremadamente peligroso" y que no deben tener contacto con él.