El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha aparecido nombrado en el sitio web ucraniano Mirotvórets, que publica datos de personas consideradas una amenaza para la seguridad nacional de Ucrania.
En la web se afirma que Orbán es un "propagandista antiucraniano" y se le acusa de ser "cómplice de criminales de guerra rusos". Asimismo, la página atribuye al ministro húngaro participar en "actos de agresión humanitaria contra Ucrania", convertirse en "cómplice de los crímenes de las autoridades rusas contra Ucrania y sus ciudadanos", así como se le inculpa de "la cooperación con el agresor ruso".
"El único de la UE que se niega a permitir el paso de armas para Ucrania por el territorio de su país y se opone al rechazo del gas ruso incluso a largo plazo", reza la publicación.
La web ucraniana Mirotvorets publica datos personales de periodistas y figuras públicas de diferentes países, que, según sus administradores, representan una amenaza para la seguridad nacional de Ucrania. La inclusión en su base de datos puede convertirse en un motivo de prohibición de entrada al país, aunque formalmente Mirotvorets no es ningún registro oficial.
Fundado en 2014 por Antón Gueráschenko, entonces asesor del presidente ucraniano y viceministro del Interior entre 2019 y 2021, Mirotvórets ha sido ampliamente criticado por publicar datos personales en detrimento de las propias leyes ucranianas. Pese a que en mayo de 2016 se anunció su cierre, actualmente el sitio aún está activo.
Las decisiones de Orbán durante el conflicto en Ucrania
Orbán afirmó que desde un principio ha estado a favor de una solución pacífica a la crisis ucraniana, porque "todos sabían que una posible guerra pondría a los países vecinos en una situación difícil". Asimismo, reiteró que Budapest está a favor de la paz y que no enviará armas a Ucrania, pese a los llamados de Occidente para hacerlo.
Por otro lado, Hungría rechazó la política de sanciones de Occidente, porque considera que se trata de un arma de doble filo. Según Orbán, la unidad es importante, pero las medidas punitivas tienen un precio y "lo pagaremos en el corto plazo". Las consecuencias se verán en el "aumento repentino de los precios de la energía" y un drástico incremento de la inflación. "A mediano plazo, existe el peligro de que el rendimiento de toda la economía europea sea inferior, por lo que habrá que recalcularlo todo. Cuanto antes termine la guerra, menos daños habrá", concluyó.
El primer ministro también criticó a la Unión Europea y a sus diferentes instituciones debido a su inacción respecto a los refugiados, dejando a los países fronterizos con Ucrania lidiar solos en ese aspecto. "No sé qué está pasando en Bruselas, pero si tuviéramos que esperar por ellos, la situación en la frontera húngara se tornaría muy grave", dijo. La UE "no ha dado un céntimo para la cuestión migratoria, así que esto lo resolveremos nosotros mismos", agregó.
Asimismo, Orbán indicó a principios de abril que había invitado al presidente ruso, Vladímir Putin, a Budapest para mantener conversaciones de paz con su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski.