El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, aseguró que el gobernador de Texas, Greg Abbott, extorsionó a varios gobernadores que se tuvieron que someter a sus condiciones con tal de agilizar el cruce fronterizo de personas y mercancías, lo que es estratégico para las economías locales.
"¿Acuerdo? Déjame ponerlo entre comillas. Es el esquema de extorsión, más bien es una extorsión. Cierro la frontera y tienes que firmar lo que yo diga", aseguró Ebrard el fin de semana durante un evento en Nuevo León, uno de los estados que negoció de manera individual con el Gobierno de Texas para ver la manera de terminar con las minuciosas inspecciones a camiones de pasajeros y de carga, lo que provocaba largas filas y esperas de hasta 30 horas.
En esa estrategia también participaron los gobernadores de Chihuahua, María Eugenia Campos; Coahuila, Miguel Ángel Riquelme; y Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza de Vaca; quienes se comprometieron a tomar una serie de medidas que pedía Abbott, como la implementación de retenes, patrullajes y otros operativos. De esta forma lograron que se firmaran acuerdos que, en el caso de Nuevo León, redujeron el tiempo del cruce de los puentes fronterizos a solo cinco minutos.
"Eso no es un acuerdo, un acuerdo es que tú y yo estamos de acuerdo en algo, y el problema de la migración no es de México, son las decisiones que Estados Unidos debe tomar", señaló el ministro de Relaciones Exteriores.
Sin embargo, aclaró que él no iba a juzgar a los gobernadores, ya que hacen lo que pueden y, en este caso, no tenían otras alternativas.
"Pero nosotros no vamos a estar dispuestos a que un gobernador extorsione a México, eso nunca lo voy a permitir", advirtió al explicar que las exigencias de Abbott forman parte de su campaña por la reelección en Texas, y que incluye discursos contra la migración.