Taiwán ha observado con atención el conflicto en Ucrania y ha extraído lecciones para defenderse si Pekín decide lanzar su propia operación militar, advirtió el ministro taiwanés de Relaciones Exteriores, Joseph Wu, en una reciente entrevista con CNN, al comparar las relaciones entre la isla y China con las de Ucrania y Rusia.
"Tratamos de ver qué podemos aprender de Ucrania para defendernos", dijo Wu, y aseguró que EE.UU. y otros países acudirían en ayuda de Taipéi, lo que podría impedir que el Gobierno chino dé un paso de tal naturaleza.
Según el ministro, Taiwán ha sacado dos conclusiones del conflicto. La primera es "la capacidad asimétrica". En su opinión, los militares ucranianos utilizan pequeñas armas personales para enfrentarse a un "gran enemigo", por lo que el Gobierno taiwanés "necesita hacer más inversiones en ese sentido".
La segunda es la defensa por parte de la población civil. A su juicio, todos los hombres ucranianos "quieren servir en el ejército" y "quieren ir a las zonas de guerra". "Ese tipo de espíritu es envidiable para el pueblo taiwanés", declaró Wu. El ministro agregó que "la gente en Taiwán está lista y preparada para defenderse".
"Cuando hay una guerra, necesitamos amigos y aliados que apoyen a Taiwán, como en el caso de Ucrania", dijo Wu, y destacó que Washington sigue enviando dinero y armas a Kiev.
Además, estimó que el Gobierno chino debe estar pensando o calculando cómo EE.UU. y otros países ayudarían a la isla. "Si Taiwán no tiene ningún apoyo, creo que sería una luz verde para la agresión", declaró el ministro.
- Pekín considera a Taiwán como parte irrenunciable de su territorio e insiste en que cualquier negociación con la isla que pase por encima del Gobierno central viola el principio clave de su política de una sola China.
- Aunque Washington no reconoce a Taiwán —que se autogobierna con una administración propia, como país independiente—, mantiene una política de ambigüedad estratégica hacia la isla, reservándose el derecho a mantener relaciones especiales con Taipéi, que, en su opinión, toma sus propias decisiones. La mayoría de los países, incluida Rusia, reconocen a la isla como parte integral de la República Popular China.