La Unión Europea planea introducir un nuevo paquete de sanciones contra Moscú en respuesta a su operación militar en Ucrania que podría incluir un embargo gradual a las importaciones del petróleo ruso.
Se trataría de la sexta ronda de medidas punitivas que la Comisión Europea busca aprobar próximamente. Sin embargo, a la institución con sede en Bruselas aún le queda por resolver la división entre sus Estados miembros, ya que dos de ellos tienen una gran dependencia de los hidrocarburos rusos.
Una vez que la Comisión Europea presente un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, son los Estados miembros los que tienen que aprobarlas por unanimidad. No obstante, Eslovaquia y Hungría aseguraron este martes que no apoyarán las restricciones dirigidas contra la energía rusa. Frente al desacuerdo interno en el bloque formado por 27 naciones, la Comisión podría ofrecer a Bratislava y Budapest "una exención o un largo período de transición", según dos funcionarios de la UE citados por Reuters.
Por su parte, el Ministerio de Economía de Eslovaquia aseguró esta jornada que buscará una exención de cualquier embargo del petróleo ruso. "Si se trata de un embargo aprobado del petróleo ruso como parte de un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, entonces Eslovaquia solicitará una exención", comunicó el organismo.
Eslovaquia depende casi por completo del crudo ruso, que obtiene a través del oleoducto Druzhba (Amistad). Actualmente, el país afirma tener reservas para 120 días. El ministro de Economía eslovaco, Richard Sulik, hizo saber que la única refinería del país, Slovnaft, no puede instantáneamente prescindir del petróleo ruso para empezar a utilizar otro, ya que este es un proceso que podría llevar varios años.
En paralelo, Hungría ha afirmado en reiteradas ocasiones que no firmará sanciones relacionadas con la energía. Su primer ministro, Viktor Orban, advirtió que las posibles restricciones al crudo proveniente de Rusia constituyen una "línea roja" para Budapest.
Asimismo, el ministro de Relaciones Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, aseguró este martes que el Gobierno de su país no votará a favor de sanciones que impidan el suministro de gas y petróleo rusos a Hungría para no poner en peligro su propia seguridad energética.
Europa es el destino de casi la mitad de las exportaciones de crudo y productos derivados del petróleo de Rusia y en general la UE depende de Rusia para el 26 % de sus importaciones. Mientras tanto, Eslovaquia y Hungría son dos países especialmente dependientes de la energía rusa y el año pasado importaron de Rusia el 96 % y el 58 %, respectivamente, de su crudo y productos derivados del petróleo.
Según lo previsto, el paquete de sanciones de la UE se presentará a los embajadores de los gobiernos europeos este miércoles y es posible que requiera dos reuniones separadas. Asimismo, podrían pasar varios días antes de que las medidas entren en vigor.