Huella para toda la vida: víctimas de abusos sexuales en su niñez comparten sus historias

En España cada año se registran 6.000 denuncias por este delito, aunque se calcula que se trata solo del 15 % de los casos.

La Justicia española acaba de condenar a 686 años de prisión a un hombre por engañar en redes sociales a un centenar de menores para abusar sexualmente de ellos.

Según las estadísticas, en España se registran anualmente unas 6.000 denuncias por violencia sexual contra niños y niñas, unos hechos que impactan gravemente en la vida posterior de las víctimas.

Así lo cuenta Cruz, quien sufrió abusos en su infancia: "Lo has pasado tan mal que lo entierras en el subconsciente, en tu mente. Te sientes como un despojo humano. Ese sufrimiento es miedo, ira, violencia. Es una huella para toda mi vida".

Esta mujer tuvo la autoestima muy baja durante muchos años, sufrió trastornos obsesivos y desarrolló conductas violentas. Los abusos sexuales que padeció de pequeña por parte de su tío destrozaron su vida. Con ayuda del deporte, el yoga, la terapia y acudiendo a un centro de violencia de género, consiguió salir adelante.

Cruz confiesa que su punto de inflexión para sanar su herida fue cuando su abusador falleció. "El perdonar a esa persona incluso después de la muerte me ha ayudado muchísimo", dice. "Y el perdonarme a mí misma por vivir esa situación, porque tampoco soy culpable de eso", agrega.

Años de silencio

En la mayoría de las ocasiones, el abuso sexual genera aislamiento en el menor. Los psicólogos subrayan que provoca una crisis de identidad, por lo que las vejaciones suelen quedar enterradas durante muchos años. Además, la víctima se siente culpable de la situación que ha padecido.

Así lo confirma la psicóloga Patricia Rosillo, quien señala que cuanto más temprano se producen los abusos, "más sintomatología y más dificultades va a haber, porque el sistema nervioso no está preparado, el cerebro no está suficiente maduro para poder desarrollar habilidades de afrontamiento y las huellas van a ser más duras", explica.

Balder, que ahora es un artista involucrado en numerosos proyectos, también sufrió esta lacra en su infancia. No estudiaba ni tenía motivaciones ni se relacionaba con sus compañeros a raíz de los abusos sexuales que sufrió a manos de sus primos. Este trauma le generó ansiedad y se distanció de su familia.

Todo cambió para él cuando comenzó a explicar lo que le había sucedido, por lo que recomienda "contarlo a la primera de cambio" y que los padres estén atentos a los cambios de actitud de los niños.

Nueva ley contra la impunidad

Sin embargo, la mayoría de los casos no llegan a ver la luz. Según el último informe de Save the Children, solo alrededor del 15 % de los abusos sexuales a menores termina con una denuncia.

En este contexto, el Congreso de los Diputados aprobó recientemente una ley para proteger a la infancia de la violencia, conocida como 'ley Rhodes', por el impulso que le dio el pianista británico afincando en España James Rhodes. La nueva normativa introdujo novedades como la ampliación del plazo de prescripción de los abusos sexuales, la obligación de denunciar ante cualquier indicio de agresión o el endurecimiento del acceso a la libertad condicional para los condenados por este tipo de delitos.

Se trata de frenar un tipo de violencia a la que los más pequeños son muy vulnerables. Según el Consejo General del Poder Judicial, 7 de cada 10 agresiones sexuales en España tienen como víctima a un menor de edad. El aumento de estos casos se han multiplicado por cuatro en poco más de una década, una cifra que ha crecido también debido al aumento de las denuncias.