El director de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA), William Burns, le habría comentado a miembros del gabinete del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que el mandatario tenía que dejar de cuestionar la integridad del sistema electoral en este país, según informó la agencia Reuters, que cita a fuentes que no quisieron ser identificadas.
Burns, diplomático de carrera y nombrado por el presidente Joe Biden, viajó a Brasil en julio, en una visita que no fue anunciada y que tuvo lugar seis meses después de que seguidores de Donald Trump asaltaran violentamente el Capitolio de EE.UU.
En Brasilia, se reunió en el Palacio de Planalto con Bolsonaro, su jefe del Gabinete de Seguridad Institucional de la Presidencia, Augusto Heleno Ribeiro, y el entonces director de la Agencia Brasileña de Inteligencia, Alexandre Ramagem.
Después participó en una cena con Heleno y el entonces jefe de Estado Mayor de Bolsonaro, Luiz Eduardo Ramos. En aquel encuentro, los dos militares intentaron minimizar los comentarios del ultraderechista sobre la fiabilidad del sistema de votación.
Según las fuentes, el director de la CIA les contestó que el proceso democrático era sagrado y que Bolsonaro no debía hablar en esos términos. "No fue un sermón, fue una conversación", matizaron.
Reuters subraya que ni el Gobierno de Bolsonaro ni la CIA hicieron comentarios sobre el asunto.
"Sin pruebas"
Bolsonaro, un excapitán del Ejército, lleva años con una campaña de desprestigio al sistema electoral brasileño, uno de los más informatizados del mundo. En 2018, dijo que habría ganado la elección en el primer turno si no hubiera habido fraude.
Sin prueba alguna, el presidente repite que el sistema de voto electrónico utilizado desde 1996 en Brasil se presta al fraude, pues considera que las urnas pueden ser pirateadas fácilmente.
La oposición y representantes del resto de poderes han visto en estas declaraciones una amenaza a la normalidad democrática por parte de un mandatario, que nunca ha ocultado su admiración por la dictadura militar que vivió Brasil (1964-1985).
En abril, Bolsonaro propuso que las Fuerzas Armadas establecieran su propio sistema de escrutinio, como alternativa al sistema de la Justicia electoral.
"Al sembrar dudas infundadas sobre el sistema electoral y proponer un sistema de recuento alternativo bajo su control, el presidente Bolsonaro parece estar sentando las bases para impugnar la voluntad del pueblo si no es reelegido o incluso intentar cancelar la votación", manifestó la directora de Human Rights Watch en Brasil, Maria Laura Canineu.
La contienda electoral del próximo 2 de octubre definirá si hay un nuevo presidente o si se abre otro mandato para Bolsonaro. Y aunque las encuestas indican que la intención de voto favorece a Luiz Inácio Lula Da Silva, líder del Partido de los Trabajadores, en los últimos sondeos el mandatario ha remontado. A finales de abril, una encuesta de PoderData lo ubicaba a cinco puntos (36 %) de Lula (41 %).