El papel de Rusia en el futuro orden mundial depende de su reacción a la actual guerra económica, sostiene un analista geopolítico

Emanuel Pietrobon indicó que Occidente, Rusia y otros actores políticos luchan por "la transición multipolar trascendental" en el campo de batalla en Ucrania.

La reacción de Rusia frente a la actual guerra económica definirá su papel en el futuro orden mundial, afirmó Emanuel Pietrobon, analista geopolítico italiano y experto del Club de Valdái.

De acuerdo con las palabras del también consultor político y escritor, Ucrania representa ahora "un campo de batalla en el que Occidente, Rusia y otros grandes actores están luchando por una transición multipolar trascendental". Destacó en un artículo, publicado este jueves, que "la aceleración de la transición multipolar está en juego" para Moscú y sus aliados, mientras Washington intenta prorrogar "la unipolaridad moribunda".

Pietrobon escribió que EE.UU. trata de "'expulsar' [a Rusia] hacia Asia, frenar su crecimiento plurianual y desarrollo a través de las sanciones planificadas desde hace mucho tiempo y muchos otros factores".

El analista destacó que la reacción de Rusia a "la guerra económica total de hoy" decidirá qué papel va a tener el país en el futuro orden mundial. "Esta guerra multisectorial a gran escala, desde la energía hasta las finanzas, convirtió inadvertidamente a Rusia en un laboratorio del primer experimento de su tipo. Economistas, científicos y políticos estudiarán detenidamente las respuestas de Rusia a la guerra económica librada por Occidente, para entender cómo construir una economía nacional resistente a sanciones", afirmó.

Experiencia del Reino Unido en superar las restricciones económicas

En ese contexto, Pietrobon aconsejó a Rusia a recurrir al pasado, en el que hubo muchos ejemplos de resistencia económica. El propio experto analiza la experiencia del Reino Unido, que tuvo que enfrentarse al Bloqueo Continental, iniciado por el emperador Napoleón I de Francia en noviembre de 1806. Consistió en un sistema que excluía a los británicos de las relaciones del mercado con el resto de Europa y tenía por objetivo arruinar su economía. 

Al principio, pareció que las acciones de Francia alcanzaron su objetivo, ya que provocaron la salida del Reino Unido del mercado europeo y la caída de las exportaciones británicas al continente. "Pero con el tiempo, el país encontró tres maneras de romper el aislamiento internacional: elusión, diversificación y distracción. En unos años, el Reino Unido logró sustituir el comercio con Europa, al profundizar los lazos con las colonias de ultramar y el resto del mundo", señaló el analista.

A pesar del bloqueo, las mercancías británicas llegaban a la Europa continental por medio del contrabando, mientras las autoridades británicas aumentaban la producción interna, buscaban nuevas rutas para eludir las restricciones, mejoraban la colaboración comercial con sus colonias y trataban de lograr "la superioridad en el mar para dificultar el comercio de los franceses con América". Además, financiaron las insurrecciones armadas en los territorios donde crecía el descontento con las políticas francesas con el fin de desviar la atención de París, indicó Pietrobon.

El experto destacó que los británicos convirtieron el aislamiento en "la oportunidad de llegar a nuevos mercados, fortalecer la industria nacional y formar su futuro espacio vital".

"Esto demuestra que las guerras económicas pueden ser simultáneamente un desafío peligroso y una oportunidad inigualable: todo depende del curso elegido por los participantes", subrayó. En su opinión, Rusia puede encontrar su "salvación" fuera de Occidente.