Tras una consulta médica, la reina Isabel II del Reino Unido se vio obligada a renunciar a asistir a la apertura del Parlamento, por primera vez en 59 años, debido a sus crecientes problemas de movilidad, según recogen medios británicos.
En su lugar, el príncipe Carlos, acompañado por el príncipe Guillermo, leerá el discurso tradicional de la ceremonia. Mientras tanto, el trono ubicado en la Cámara de los Lores (el parlamento nacional) permanecerá simbólicamente vacío, y la reina verá los acontecimientos por televisión desde el palacio real en Windsor.
La apertura del Parlamento es uno de los actos públicos más importantes que competen a la monarca. Incluye la lectura del así llamado Discurso de la Reina, en el que se exponen las políticas de Gobierno y la legislación propuesta para el nuevo periodo parlamentario.