El Ministerio de Defensa de Rusia publicó un video en el que se aprecia el trabajo de las dotaciones de sistemas de misiles antiaéreos S-300V y de los operadores de sistemas de defensa aérea portátil Iglá, en el marco de la operación militar especial de Moscú en Ucrania.
Se trata de armamentos que protegen a las fuerzas rusas de muy diversos medios de ataques aéreos, incluidos los drones Bayraktar TB2, de fabricación turca, que están al servicio de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Los sistemas C-300V están concebidos para abatir blancos tales como misiles de crucero, balísticos y aerobalísticos, así como aeronaves de capacidad táctica y estratégica, incluyendo helicópteros de combate. Son capaces de alcanzar objetivos ubicados a una distancia de hasta 100 kilómetros, al tiempo que su alcance de altitud oscila entre 25 metros y 35 kilómetros.
El sistema de misiles portátiles tierra-aire 9K38 Iglá se fabrica desde inicios de los años 80. El arma es capaz de atacar aviones, helicópteros, misiles de crucero y drones a una distancia de entre cinco y seis kilómetros, y a una altura de hasta 3,5 kilómetros, según su especificidad.