Un militar ucraniano tomado como rehén, que terminó en un hospital de la República Popular de Donetsk, contó cómo su unidad fue abandonada por sus comandantes.
"Por la mañana llegaron nuestros chicos, de mi unidad. Dijeron: 'Basta ya, dejad de combatir. Todos nuestros comandantes de la 36.ª [brigada] se han ido'", relató.
Según el combatiente, alrededor de 300 oficiales abandonaron su unidad. "Nuestros chicos llegaron y dijeron: 'Basta de guerra, basta de esta violencia, basta de este absurdo'", declaró.

