Ucrania minó los puertos en los cuales estaban anclados decenas de barcos con trigo, algo que hizo imposible su partida de allí, informó este miércoles el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
El canciller ruso también denunció que las autoridades ucranianas rechazan una colaboración que contribuya a que salgan de los puertos las embarcaciones bloqueadas, que llevan cargamentos de trigo y otros cereales.
"La actuación de Rusia no influye de ninguna manera en los problemas alimentarios en el mundo", enfatizó Lavrov, explicando que dichas dificultades "surgieron solo por la imposición por Occidente de sanciones ilegítimas".
La ministra de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, Svenja Schulze, advirtió en una reciente entrevista que la subida de los precios de alimentos amenaza con una gran hambruna a nivel mundial. Calificó de "muy dramática" la situación y apuntó al conflicto entre Rusia y Ucrania entre los principales factores del peligro, recordando que muchos países del mundo dependen de productos agrícolas producidos por estos dos países.
Si bien los países de Oriente Medio y del norte de África, que son los principales consumidores, buscan fuentes alternativas para sus importaciones de alimentos más importantes, el aumento de la inflación mundial y las posibles restricciones a las exportaciones hacen que resulte más costoso, pronosticó CNBC a finales de abril.
¿Qué espera Moscú con el cumplimiento de sus metas en Ucrania?
Además, Lavrov dijo en una rueda de prensa este miércoles que espera que el alcance de los objetivos de la operación rusa en Ucrania "contribuya al cese de los intentos de Occidente de socavar el derecho internacional, de ignorar y cometer graves violaciones de los principios de la Carta de la ONU, incluido el principio de igualdad soberana de los Estados, y haga que Occidente deje de promover el llamado mundo unipolar con el dominio de EE.UU. y sus aliados".