La llegada de la nueva directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España, Esperanza Casteleiro, y la salida de su antecesora, Paz Esteban, continúan rodeadas de polémicas. La flamante funcionaria tuvo que salir precipitadamente de Cuba en 2009, en medio de un escándalo que incluyó una queja formal del Gobierno de la isla caribeña, según recogen este miércoles medios españoles como The Objetive.
El nuevo nombramiento debía servir para aplacar el escándalo del espionaje en el país con el programa israelí Pegasus. 65 líderes independentistas catalanes fueron espiados con este software, al menos 18 de ellos a manos del CNI, como reconoció la propia Esteban, mientras que el malwre llegó a penetrar incluso en los teléfonos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de sus ministros de Defensa, Margarita Robles, y de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
La oposición, en especial los partidos catalanes, llegaron a pedir la cabeza de la propia Robles, ya que el CNI opera bajo el Ministerio que lidera. De hecho, se dice que la ministra también fue muy reacia a la destitución de Esteban. Así, anunció la medida sin pronunciar la palabra "destitución" y sosteniendo que se trataba de la "sustitución" de una funcionaria por otra.
Mano derecha de Robles y 40 años trabajando para la Inteligencia
La nueva "funcionaria" al cargo de la Inteligencia española, que hasta ahora era Secretaria de Estado de Defensa y que entre 2018 y 2020 se desempeñó como jefa de Gabinete de la propia Robles, ha desarrollado una carrera de casi 40 años en el seno del CNI. Su llegada, en 1983, se produjo cuando el organismo aún se llamaba CSID (Centro Superior de Información de la Defensa), un instituto que ya protagonizó algunos escándalos antes de su refundación y reconversión en el actual CNI en 2002, de la mano del presidente conservador José María Aznar.
Casteleiro llegó a ser en 2004 secretaria General del CNI, es decir, la número dos del entonces director Alberto Saiz, cargo que ocupó durante cuatro años. Antes y después desarrolló labores en el exterior, en destinos como Brasil y Cuba. Sin embargo, fue en este último, un destino en el que apenas estuvo seis meses, el que se encuentra más envuelto en la polémica.
Su llegada a la isla se produjo en 2009, en uno de los peores momentos de bloqueo exterior de Cuba. Entonces, la llegada de una reciente exsecretaria general del CNI no pasó desapercibida.
Durante su estancia en Cuba se produjo la detención de Conrado Hernández, delegado de la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (SPRI), un organismo dependiente del Gobierno vasco, a quien se acusó de colaborar con los espías españoles y que posteriormente sería condenado a diez años de prisión.
Las autoridades cubanas emitieron una queja formal por vía diplomática que culminó en la inmediata salida del país, en mayo, de tres espías, dos hombres y una mujer. Su identidad se protegió entonces, pero después trascendió que la mujer era la que hoy ocupa el cargo de directora del CNI, como recuerdan esta jornada medios como Business Insider.