Un nuevo estudio publicado este miércoles en Journal of the Royal Society reveló que el sentido de orientación de las tortugas marinas a lo largo de su ruta de migración no es tan exacto como se creía.
Durante 2018 y 2019, un equipo internacional de científicos marcó con etiquetas satelitales a 22 tortugas carey mientras anidaban en tierra, en la isla de Diego García en el archipiélago de Chagos, en el océano Índico. Gracias a las señales, se rastreó el trayecto de los reptiles desde sus lugares de anidación hasta los sitios de alimentación.
Los datos obtenidos revelaron que las tortugas a menudo seguían rutas confusas, apartándose muchas veces del camino para luego retomarlo, por lo que llegaban a recorrer mayores distancias de las necesarias, a menudo el doble. Una tortuga cuyo trayecto de migración era de 176,4 kilómetros, recorrió 1.306 kilómetros antes de llegar a su destino.
Los datos demostraron que el sentido cartográfico de las tortugas en océano abierto es relativamente rudimentario, a pesar de que les permite encontrar sus objetivos. Así, los expertos desmintieron la consideración de las tortugas marinas como migrantes oceánicas icónicas.
El profesor Graeme Hays, catedrático de Ciencias Marinas de la Universidad de Deakin (Australia) y principal autor del estudio, señala que si las tortugas marinas tendrían buen sentido de orientación al navegar, irían en línea recta hasta su meta, algo muy distante a lo que sugieren los datos, recoge The Guardian.
La navegación de los animales a través del océano abierto ha llamado la atención de los científicos, sobre todo por las complejidades que implica. Si bien en tierra las especies cuentan con elementos que les brindan información, así como rastros de olor, puntos de referencia visuales y señales olfativas, en el mar estos recursos disminuyen.
En el caso de las tortugas es posible que también utilicen algunos puntos de referencia visual como el lecho marino, aunque solo funcionaría en aguas poco profundas.