El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, anunció este jueves que mañana, 13 de mayo, el Consejo de Ministros aprobará el tope ibérico al precio del gas utilizado para la generación de electricidad.
El mecanismo tendrá una vigencia de un año durante el cual el precio medio se situará en 48,8 euros por megavatio hora, algo por debajo de los 50 euros que se habían anunciado.
Además de abaratar alrededor de un 30 % la factura de los 11 millones de consumidores domésticos que se encuentran acogidos a la tarifa regulada, "supondrá también una importante protección ante futuras subidas de los precios internacionales de la energía, en un escenario geopolítico de enorme volatilidad", explicó Sánchez en un evento sobre los Fondos EU-Next Generation.
El presidente español se mostró satisfecho por el resultado de la negociación desarrollada con la UE, que ha conseguido el reconocimiento de la excepcionalidad ibérica, que permite que España y Portugal establezcan ese tope tras haber recibido el visto bueno de la Comisión Europea.
De este modo, cuando entre en vigor la medida, se pasará de pagar los 71,92 euros el megavatio hora actuales a no poder superar el umbral medio de los 48,8.
Este tope al gas permitirá reducir el precio de la electricidad, que se mantendrá con un máximo de 150 euros el megavatio hora. Este viernes, el costo llegará casi a los 203 euros.
Compensación a las eléctricas de ciclo combinado
Sin embargo, el ahorro no será neto, puesto que el Gobierno tendrá que compensar a las compañías eléctricas que generen electricidad en centrales de ciclo combinado -aquellas que utilizan gas-, y lo hará cargando a todos los consumidores la diferencia entre el precio que las empresas hayan pagado por el gas y límite impuesto por el Gobierno.
Lo que consigue esta medida es que el gas deje de inflar de manera artificial el precio de otras tecnologías, cuya generación es muchísimo más barata, como es el caso de la solar, la eólica y la hidroeléctrica.
El sistema en vigor en la Unión Europea hace que todas las tecnologías se paguen al precio de la más cara que entra en la subasta, que desde hace tiempo es el gas, haciendo que aquellas más baratas reciban beneficios extra, conocidos como 'beneficios caídos del cielo'.
El sistema no cambiará y la fijación de precios continuará siendo la misma en el bloque comunitario por el momento, pero se implementará una medida temporal de aplicación a España y Portugal, que han sido definidos como una isla energética dentro de Europa, debido a su mínima interconexión con el resto del continente en esta materia.
Por ese motivo, España no será el único país que aplique este techo al gas, sino que Portugal lo hará también este viernes. Ambas son dos de las naciones más perjudicadas por el actual sistema de fijación de precios, ya que a pesar de que cuentan con un mayor porcentaje de energías renovables (las más baratas) dentro de su 'pool', las pagan al precio del nuevo oro energético.
La ministra de Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, Teresa Ribera, ha explicado que una vez que los dos Gobiernos autoricen la implementación del mecanismo, deberán esperar a la decisión de la Comisión Europea para su aplicación, aunque ha adelantado que espera que esté plenamente operativa en unos pocos días.