El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, afirmó este jueves en una entrevista con LBC Radio que los refugiados ucranianos que huyen del conflicto entre Moscú y Kiev no serán deportados a Ruanda, a pesar del reciente plan para enviar allí a los inmigrantes ilegales.
Según Johnson, eso "simplemente no va a ocurrir". Y aclaró que actualmente existen dos diferentes "planes ucranianos" para ayudar a los refugiados provenientes de ese país, ambos "sin límite".
Precisó que uno de ellos se basa en la reunificación familiar, por la cual los ucranianos que ya viven en el Reino Unido pueden traer a sus parientes. "Hay una comunidad ucraniana bastante grande en el Reino Unido, quizás 20.000 o 30.000 personas, que quieren traer a sus parientes", detalló el primer ministro.
El otro plan se denomina 'Hogares para ucranianos' y permite a individuos y organizaciones ofrecer un hogar a los ucranianos que huyen del conflicto, señaló.
El mes pasado, Johnson anunció una nueva política de inmigración que prevé que los migrantes que soliciten refugio en Reino Unido tras entrar de manera irregular al país sean trasladados a Ruanda. Según dijo, este enfoque "proporcionará rutas seguras y legales para el asilo", al tiempo que los migrantes podrán "construir una nueva vida en ese dinámico país, con el apoyo de la financiación" del Reino Unido.
La iniciativa de Johnson provocó fuertes críticas tanto dentro del país como en la sociedad internacional. En particular, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) se opuso al plan. Gillian Triggs, alta comisionada auxiliar para la Protección en ese organismo, subrayó que "las personas que huyen de guerras, conflictos y persecuciones merecen compasión y empatía" y "no deben ser tratadas ni transportadas al extranjero, como si fueran mercancía".