Nigeria registra un récord de 18,5 millones de infantes excluidos de las aulas escolares, de los cuales 10 millones son niñas. La mayoría de los menores no escolarizados provienen de zonas norteñas, según detalló este miércoles Rahamah Muhammed Farah, jefe de la oficina del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) en Kano, la ciudad situada al norte del país.
Se trata de un aumento alarmante del número de niños que no tienen acceso a la educación en el país más poblado de África, donde para el año pasado Unicef reportó 10,5 millones de casos.
"Esta situación agrava la desigualdad de género, ya que solo una de cada cuatro chicas de familias pobres y rurales completa la educación secundaria básica", explicó el funcionario, citado por medios locales, durante su discurso en la ceremonia de apertura de un programa dedicado a la educación femenina, patrocinado por el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido y ejecutado por el organismo de la ONU.
"La educación de las niñas en Nigeria se ha visto aún más afectada por los ataques a las escuelas, ya que estos ataques han creado un entorno de aprendizaje inseguro, han disuadido a los padres y cuidadores de enviar a sus hijos a las escuelas", recalcó Farah, y agregó que los mismos estudiantes temen ir a la escuela.
Para mitigar el impacto de las amenazas potenciales y reales contra la educación de las niñas, la agencia adoptó una serie de medidas, tales como, por ejemplo, su programa de Preparación y Respuesta ante Emergencias Escolares, que ya se ha puesto a prueba en simulacros de evacuación en 60 escuelas secundarias.