Un refugiado de la localidad de Nikólskoye, en las afueras de Mariúpol, ha contado a RT sobre el trato que sufrió la población local de parte de militares ucranianos que trataban de frenar la ofensiva de las fuerzas rusas y de la República Popular de Donetsk.
El hombre relató que los militares ucranianos llegaron a la zona el 11 de marzo. "Y todo aquello duró un mes. Muchas casas fueron destruidas".
Antes de las hostilidades, el hombre trabajaba en una granja local. "Llegaron allí la primera noche. Mataron a muchos animales, simplemente los mataron a tiros. No nos dejaban alimentarlos, así que murieron allí [los restantes animales]", dijo.
"Nuestra casa también estaba en primera línea. Ahora ya no existe. Mi abuela es muy mayor, pasó toda su vida en el pueblo. No tiene adónde ir. Nos dirigimos a Donetsk, con la esperanza puesta en una vida normal y pacífica y la ayuda de Rusia", contó frente a un autobús de evacuación.
Desde el inicio de la operación militar en Ucrania, Rusia ha evacuado a su territorio a más de 1,2 millones de civiles, incluidos más de 215.000 menores de edad, según los datos publicados por el jefe del Centro Nacional de Gestión de la Defensa, Mijaíl Mizíntsev.