El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) de Perú presentó una demanda judicial contra la empresa española Repsol por 4.500 millones de dólares por los daños ocasionados tras el derrame de unos 11.000 barriles de petróleo en las costas del país, anunció este sábado el presidente del ente peruano, Julián Palacín.
"Hemos planteado esta demanda en concordancia con las normas del Código Civil, el cual establece que, quien opera un bien peligroso o por el ejercicio de una actividad peligrosa, y causa daños a otros está obligado a indemnizarlo", dijo Palacín en un vídeo difundido por la institución.
El Indecopi reclama 3.000 millones de dólares por los daños causados y 1.500 millones de dólares por el daño moral a los consumidores, usuarios y terceros afectados, aunque "esta cifra será finalmente definida por el juez", precisó el representante del ente.
Asimismo, señaló que el vertido de crudo ocurrido el pasado 15 de enero afectó a más de 700.000 personas, además del cierre de numerosas playas y comercios en la zona. Varias asociaciones de pescadores de todos los asentamientos entre el distrito de Ventanilla y la ciudad de Barranca también fueron afectadas, sostuvo.
El derrame tuvo lugar en las costas del distrito de Ventanilla, en la provincia del Callao, en medio del fuerte oleaje causado por una erupción volcánica en Tonga, cuando el buque Mare Doricum descargaba en la refinería La Pampilla, operada por Repsol.
Tras ello, el Gobierno peruano inició una investigación del desastre ecológico que causó un grave impacto ambiental en 18.000 metros cuadrados en el océano, destruyendo la flora y la fauna marinas.
En abril, Repsol culminó los trabajos de limpieza de 28 playas afectadas por el derrame. Pese a las acciones, las autoridades peruanas advirtieron que la compañía incumplió varias medidas administrativas y denunciaron que habría utilizado arena impregnada de crudo.