Las autoridades chinas protestaron enérgicamente ante los países que integran el G7 por su declaración sobre Taiwán y la Región Autónoma Uigur de Xinjiang.
"Nuestra posición sobre la cuestión de Taiwán y la injerencia exterior en los asuntos de Hong Kong, así como de Xinjiang, es inequívoca", declaró este lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, en una reunión informativa.
El G7 expresó el sábado pasado su preocupación por las acciones unilaterales de Pekín en los mares de la China Oriental y Meridional. "Recordamos a China la necesidad de defender el principio de la Carta de las Naciones Unidas sobre el arreglo pacífico de controversias y de abstenerse de amenazas, coerción, medidas de intimidación o uso de la fuerza", reza una declaración del grupo.
Asimismo, plantearon la cuestión de la situación de los derechos humanos en China, especialmente en Xinjiang y Tíbet. Instaron a las autoridades chinas a permitir el acceso inmediato y sin restricciones a estas regiones a los observadores independientes, incluido el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.