La UE no ha podido llegar a un consenso sobre las propuestas para prohibir las importaciones de petróleo ruso, con Hungría a la cabeza de un grupo de países que se resisten a implementar dicha medida.
"Discutiremos sobre ello y haremos todo lo posible para desbloquear la situación", dijo el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, al inicio de una reunión en Bruselas. "No puedo asegurar que vaya a ocurrir porque las posiciones son bastante fuertes", agregó.
El embargo propuesto por la Comisión Europea a principios de mayo forma parte del sexto paquete de sanciones contra Moscú por la operación militar en Ucrania, e incluye excepciones para los Estados de la UE más dependientes del crudo ruso.
Borrell reconoció que algunos miembros "tienen más dificultades porque son más dependientes, porque no tienen salida al mar", y que "solo tienen petróleo a través de oleoductos, que vienen de Rusia".
El dilema húngaro
Bruselas ha ofrecido a Hungría, la República Checa y Eslovaquia largos periodos de gracia para que abandonen las importaciones de petróleo ruso, pero eso no ha convencido aún a Budapest para dar luz verde.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, advirtió que su país no está preparado para aceptar unas sanciones que impidan el suministro de gas y petróleo rusos que plantea la Unión Europea. La propuesta de embargo energético es una "bomba atómica" para la economía nacional que no pueden aceptar, aseguró el jefe de Gobierno en una entrevista para la radio local.
"Toda la Unión es rehén de un Estado miembro que no puede ayudarnos a encontrar el consenso", declaró el ministro lituano de Asuntos Exteriores, Gabrielius Landsbergis, agregando que la Comisión Europea ofreció a Hungría, que no tiene salida al mar, hasta finales del 2024 para deshacerse del petróleo ruso.
"Es una oferta muy, muy amplia", señaló Landsbergis. "Así que creo que todo el mundo esperaba que esto fuera suficiente. Y no puedo explicar por qué no lo es", agregó.