En España, asociaciones de consumidores y la propia población han expresado su descontento con la actual crisis energética. El país es uno de los que más está sufriendo sus consecuencias, ya que el precio de los carburantes mantiene valores récord, pese a las medidas de presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El pasado 1 de abril entró en vigor un paquete acordado por el Gobierno de España que incluía una rebaja de 20 céntimos de euro por litro de carburante. El Gobierno se comprometió a subvencionar 15 de esos céntimos, mientras que las empresas petroleras debían hacerse cargo del resto.
Ahora, poco más de un mes después de la puesta en marcha de esta ayuda, la Agrupación Española de Vendedores al por Menor de Carburantes y Combustibles (Aevecar) denuncia que no han cobrado la devolución de la bonificación del combustible y no saben cuándo van a recibirla del Estado. No se está pagando con celeridad a las estaciones de servicio, que son quienes se ven en la obligación de adelantar ese descuento a sus clientes con dinero de sus propios bolsillos.
Víctor García Nebreda, secretario general de la Aevecar, critica la "improvisación" y la falta de diálogo del Gobierno con el sector a la hora de tomar decisiones respecto a los combustibles. "No se nos ha dicho nada. Simplemente que se nos informara y que se hubiera hecho con tiempo", alega.
Aunque los consumidores agradecen la disminución del precio y la compensación económica del Gobierno, la realidad es que parte de esos 20 céntimos han desaparecido porque los precios de los carburantes no han dejado de subir desde el 1 de abril. El costo del diésel superó la media de la Unión Europea por primera vez en su historia, y la perspectiva es que el de la gasolina lo haga pronto.
La asociación de consumidores Facua considera que la medida no está siendo eficaz. "El problema es que no es más que un parche. Se ha recurrido a dinero público para maquillar lo inflado que están los precios en el sector al que no se le ha obligado a hacer ningún esfuerzo real", indica Rubén Sánchez, portavoz de la entidad.
El alza del precio de la gasolina y el diésel no tiene correlación con la evolución del valor del barril de petróleo Brent. Por este motivo, la sociedad en España se pregunta por qué a medida que el petróleo se cotiza más barato no bajan los costos en el país. "Pienso que estamos viviendo una desproporción absoluta que no sé adónde va a llegar. No creo que muchos consumidores puedan asumir estos precios de una manera normal", opina un ciudadano.
Muchos otros países de la Unión Europea han conseguido bajar el coste de los carburantes; un dato que deja en evidencia los problemas para afrontar la crisis por parte del gobierno de Pedro Sánchez en España, donde la gasolina y el diésel no han logrado seguir ese camino.