La Guardia Civil detuvo en Málaga (España) a un hombre acusado de abusar de al menos 26 menores, con los que contactaba a través de videojuegos en línea. Sus presuntas víctimas tienen entre 8 y 12 años de edad y residen en diferentes puntos del país.
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil determinó que el detenido, de 42 años y de nacionalidad italiana, tenía en su posesión más de 2.000 archivos de pornografía infantil, recogen los medios locales.
Sostienen fuentes cercanas a la investigación que el arrestado, cuyo nombre no fue proporcionado, contactaba con niños mediante videojuegos como Fortnite, Call of Duty o World of Warcraft. Luego iba estableciendo una supuesta amistad con sus potenciales víctimas, mediante engaños y abusos de superioridad, al tiempo que les pagaba regalos virtuales disponibles en las plataformas de juego.
A cambio, inducía a los menores a mantener videollamadas de contenido sexual y que le mostrasen sus partes íntimas. Una vez que estos aceptaban posar desnudos ante la cámara, el pedófilo hacía capturas de pantalla y almacenaba en sus dispositivos las imágenes obtenidas.
La operación 'Fontane'
La investigación, bautizada como 'Fontane', se inició en julio pasado a raíz de una denuncia presentada en Málaga por los padres de un niño de 9 años, quienes empezaron a sospechar que su hijo mantenía contactos con un adulto a través de un videojuego.
Tras dar con el sospechoso, los investigadores descubrieron que el hombre había accedido en más de 3.000 ocasiones a los videojuegos en línea a lo largo de dos años, y había efectuado 81 pagos a cuentas de usuario pertenecientes a menores.
Asimismo, se determinó que el pedófilo también se ofrecía como monitor de deportes, guía de campamento y profesor de inglés, entre otras actividades relacionadas con críos, aunque los agentes no han podido constatar que fuera contratado para ninguno de estos servicios. No obstante, salió a la luz la supuesta existencia de un caso de abuso sexual físico a un menor, al que conoció y engañó en una playa nudista.
Según las fuentes cercanas a la investigación, el italiano ya había sido denunciado en 2005 por varios casos relacionados con abusos sexuales, pero en aquel entonces solo se identificó a una víctima. El hombre fue deportado a su país natal, pero regresó a España años después. Ahora se le han imputado 26 delitos de abuso sexual y de captación con fines de producción de pornografía infantil.