El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, asistió el domingo al multitudinario funeral de un alto cargo militar en medio de la crisis sanitaria en el país, que enfrenta su primer brote de covid-19 desde el inicio de la pandemia.
Según las imágenes difundidas por medios estatales, Kim Jong-un, uno de las pocos asistentes que no portaba tapabocas, ayudó a cargar el ataúd del mariscal Hyon Chol-hae, asesor general del Ministerio de Defensa Nacional de la República, quien supuestamente jugó un papel clave en su preparación como futuro líder del país antes de la muerte de su padre, Kim Jong-il, a finales de 2011.
En el exterior del edificio donde se llevó a cabo la ceremonia se encontraban un millar de soldados, que cuando apareció Kim portando el féretro agacharon la cabeza en sincronía para despedir al cortejo fúnebre.
El día del funeral, Corea del Norte registró un total de 167.650 nuevos casos de pacientes con síntomas de fiebre. Las personas "enfermas de fiebre" en el país desde finales de abril ascienden a más de 2.814.380, de las cuales 68 murieron.
El pasado 12 de mayo, el país confirmó su primer caso de coronavirus, tras lo cual Kim Jong-un ordenó introducir estrictos confinamientos en todo el país para "bloquear perfectamente el vacío de propagación del virus malicioso". Asimismo, el Politburó del Partido del Trabajo decretó la aplicación de un sistema de control de virus de "máxima emergencia".